Muestras traídas del asteroide Ryugu por la misión japonesa Hayabusa 2 sugieren que tanto este objeto como uno de los más raros grupos de meteoritos se originan en la misma región del espacio.

Las condritas carbonáceas, como el meteorito Winchcombe que cayó a la Tierra y se recuperó en Gloucestershire (Inglaterra) en 2021, son un grupo extremadamente raro de meteoritos que se sabe que contienen compuestos orgánicos y aminoácidos, ingredientes para la vida.

Son los materiales más primitivos y prístinos del sistema solar y pueden proporcionar información única sobre dónde se formaron el agua y los componentes básicos de la vida, y de qué están hechos los planetas.

En un estudio publicado en Science Advances, científicos concluyen que Ryugu, ahora un objeto cercano a la Tierra, se encontraba entre el grupo de asteroides conocido como tipo Cb que se formó a miles de millones de kilómetros de la Tierra, hacia el borde de la influencia del sol, en una región del espacio como el cinturón de Kuiper, o tal vez incluso más profundo en el espacio.

La profesora Sara Russell, coautora de la investigación y científica en el Natural History Museum, dice en un comunicado: «Recién en la última década comenzamos a apreciar cómo de lejos pueden moverse los objetos en el sistema solar hacia y desde el sol.»

«Si bien existe una aceptación general de que los planetas gigantes podrían haber movido hacia adentro material del sistema solar exterior, este es uno de los primeros estudios que sugiere que el cinturón de asteroides contiene material que se origina tan lejos como Neptuno. Esto agrega una capa adicional de detalle a nuestro conocimiento de cómo se formó el sistema solar».

El grupo se dispuso a investigar si los asteroides de tipo Cb, como Ryugu, podrían ser el cuerpo principal de un raro grupo de meteoritos conocidos como condritas CI. Los meteoritos son clave para ayudarnos a comprender el sistema solar, sin embargo, su valor científico está restringido si no se conoce la ubicación de su formación. Al determinar de dónde se originaron, se maximiza su potencial para responder algunas de las preguntas más importantes formuladas por la comunidad científica.

Los hallazgos sugieren que tanto Ryugu como las condritas CI se originan en la misma región del espacio, y no se puede descartar que incluso puedan compartir el mismo cuerpo principal.

La profesora Russell continúa: «Al comparar las formas de hierro tanto en los asteroides como en los meteoritos, aprendimos que Ryugu coincide notablemente con las condritas CI».

europapress.es

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