La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se negó a colaborar con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en la fabricación de ventiladores y generadores de oxígeno. Tampoco aceptó reclutar a voluntarios para la segunda fase de prueba de la vacuna Patria, según oficios obtenidos tras el hackeo a la dependencia.

El 31 de enero de 2022 el Conacyt y la Sedena firmaron un convenio de colaboración “en materia de investigación, desarrollo científico, tecnológico y de innovación en áreas del conocimiento del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos”.

Este acuerdo estaría vigente hasta septiembre de 2024 e incluía, al menos, cuatro proyectos, de los cuales dos se relacionaban con temas covid, uno con el sector agroalimentario y el último con el diseño de un avión militar.

La Sedena aceptó participar únicamente en el proyecto del avión y rechazó los otros tres, que serían financiados con recursos del programa presupuestario F003 “Programas Nacionales Estratégicos de Ciencia, Tecnología y Vinculación con los Sectores Social, Público y Privado”.

Después de firmar el convenio, la Subsecretaría de la Defensa Nacional ordenó al Centro de Investigación y Desarrollo del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana (Cidefam), en coordinación con las direcciones generales de Industria Militar, Sanidad y Materiales de Guerra, atender y analizar la factibilidad de los proyectos propuestos por Conacyt.

Fabricación de equipos médicos

El primer proyecto consistía en la fabricación de equipos médicos, como ventiladores, torres de alto flujo y generadores de oxígeno.

Sin embargo, tras sostener una reunión virtual en julio de 2022 entre personal de la Sedena y la Dirección de Estrategia Tecnológica del Conacyt, la Secretaría de Defensa rechazó participar en este proyecto.

El Conacyt propuso como segunda iniciativa de colaboración desarrollar una desbrozadora para reducir el uso de agrotóxicos en el sector agroalimentario. La Sedena también rechazó esta propuesta.

“Se informó que no es viable la participación de la Sedena en los proyectos de fabricación de equipos médicos y de una desbrozadora con la finalidad de reducir el uso de agrotóxicos. Se consideran poco viables para participar en los mismos, por no ser asuntos de Seguridad Nacional o de gran beneficio para las Fuerzas Armadas”, se detalla en un oficio compartido en los correos electrónicos a los que se tuvo acceso tras el hackeo del grupo Guacamaya.

Aunque Conacyt argumentó que los equipos médicos eran desarrollos concluidos y que estaban disponibles en caso de que la Sedena deseara adquirirlos para su uso en la institución, la dependencia se negó y dio por concluido el tema.

La entrega de los ventiladores que el Conacyt construyó para la atención de la pandemia de covid-19 fue tardía e incompleta, y especialistas criticaron su diseño por considerarlo insuficiente, caro e ineficiente.

Vacuna Patria

En el marco del convenio de colaboración, la titular del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, envió un oficio a la dirección de la Sedena, en el que solicitaba apoyo en el reclutamiento de voluntarios para el estudio de fase dos de la vacuna Patria contra el virus de covid-19.

“Dada la dificultad de reclutar personas sin vacunar, la participación de la SEDENA en esta fase implica el reclutamiento activo de participantes en los estados de Oaxaca, Jalisco, Nuevo León y Michoacán mediante campañas activas de reclutamiento en campo”, expuso en el oficio.

“Asimismo, se busca que se haga un llamado a todo el personal de la SEDENA que cumpla con los criterios para participar en el estudio, con el fin de que se registren para participar de manera voluntaria”, agregó.

Sin embargo, en la reunión de julio, el personal de la Sedena consideró que no era un proyecto “favorable” para desarrollarse bajo los lineamientos del convenio “por no implicar actividades de desarrollo científico y tecnológico”.

“Además de que la totalidad del personal militar y sus derechohabientes cuentan con su esquema de vacunación completo, por lo que no sería una población que se deba incluir para participar en su desarrollo”, se lee en otro de los oficios.

La directora del Conacyt prometió que las primeras dosis de la vacuna Patria estarían disponibles a finales de 2021. Sin embargo, este biológico de desarrollo mexicano todavía no está listo.

En agosto de 2022, en una conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, Álvarez-Buylla anunció que a finales de ese mes iniciaría la etapa tres de investigación de la vacuna y reconoció que han enfrentado varios retos en el desarrollo de las dosis por falta de participantes con perfiles aceptables en la fase 2.

Avión entrenador

La Sedena sí aprobó participar con el Conacyt en el “Diseño conceptual de un avión entrenador”, propuesto por la dirección general de Industria Militar.

Para ese proyecto, la Sedena pidió que se partiera de una plataforma ya existente y que el Conacyt apoyara con el rediseño y acompañamiento.

Indicó que la ejecución del proyecto se llevará a cabo de 2023 a 2025 y que lanzarían una convocatoria en su programa de becas para capacitar y preparar a pilotos de prueba.

La Sedena pidió, además, que al proyecto del avión se le diera un manejo de “Proyecto por Encargo de Estado”, lo cual permitiría agilizar su desarrollo y tener mayor control sobre el mismo.

politica.expansion.mx

Conéctate con Formato7:

TEXTO Y CONTEXTO | Por fin estudiantes saben quién es el rector