“Habrá severa crisis de fin de sexenio en el 24” Macario Schettino

El tremendo escándalo que armaron los Hackers autollamados “Guacamayas” con los kilos y kilos de información que sustrajeron de los equipos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), deja en la completa indefensión a los protagonistas de actos de corrupción del gobierno cuyas tarjetas informativas son resultado de la vigilancia que tienen las fuerzas armadas de nuestro país con los funcionarios del gabinete de la 4T, con los grupos de la delincuencia organizada que operan en el país, con los gobiernos estatales y sus gabinetes, entre otros actores de la vida política y social de México.

Es decir no se trata de ocurrencias de un grupo de genios o personas que por sus avanzados conocimientos en el área de informática tiene un desempeño extraordinario en el tema y son capaces de realizar muchas actividades de espionaje cibernético, desde un ordenador como lo hicieron con el equipo de la SEDENA.

Lo que queremos dar a entender es que la información que sarandeó la estructura gubernamental federal, con la revelación de la verdadera situación de salud del presidente Andrés Manuel López Obrador, así como otros asuntos relacionados con la actividad de la delincuencia organizada, no es un invento, es material que el Ejército va acumulando como parte de sus actividades rutinarias para tener el pulso del país, de una nación cuya soberanía está bajo su custodia.

El “Que me investiguen”, de Cuitláhuac García Jiménez frente a la revelación de documentos oficiales del ejercito Mexicano, hackeados de sus archivos por el grupo de hackers que se hace llamar Guacamayas, mismo que muestra evidencia en torno al hecho de que el mandatario estatal habría apoyado la entrada de grupos delictivos a Veracruz como el Cartel del Noreste, es completamente cierto.

Cuitláhuac dice que no permitirá se dude de su honestidad y sobre todo de los principios de no robar, no mentir y no traicionar al pueblo, por ello él mismo ha autorizado se le investigue así como a su familia, su patrimonio antes, durante y después de su gobierno.

Correcto, quienes conocen al gobernador saben que no es capaz de participar en un asunto de esta naturaleza, de contactar con capos para negociar su permanencia en el estado brindándoles impunidad a cambio de fuertes sumas de dinero, eso no, pero ¿y sus colaboradores, esas personas que de momento aparecieron en la entidad cuando ganó Morena la gubernatura con Cuitláhuac al frente, para ocupar importantísimos cargos desde los cuales pueden abusar de la buena fe y la confianza del titular del Ejecutivo?… Por esos no se debe meter las manos a la lumbre.

Tal vez pensando en eso el gobernante dijo a los periodistas: «Debemos de transparentar y estoy de acuerdo a que se nos esté evaluando en transparencia y rindamos cuentas».

Si el mismísimo presidente López Obrador al enterarse de la filtración a través de Latinus, salió a decir que sí, que eso era cierto, es porque sabe que la SEDENA posee información confidencial como la que se encargaba de buscar y clasificar el Cisen que AMLO desapareció porque según él no espiaría a nadie en su gobierno. No se trata de espiar, se trata de tener la información a la mano para tomar decisiones y evitar tragedias o adversidades… Se llaman actividades de inteligencia.

Tampoco es válido a cuatro años de gobierno, seguir culpando al pasado de los males que nos golpean, como son los cárteles que ya estaban en Veracruz cuando la 4T llegó. Esos los hubieran corrido de Veracruz en los primeros seis meses de gobierno, no más, es cosa de que haya voluntad política y todo se puede hacer. Es cierto, Yunes, Duarte y Fidel dejaron malandros por todas partes, pero no con acuerdos para que permanecieran para siempre aquí, no, a esos había que echarlos de inmediato con acciones policíacas simples y concretas. Después de cuatro años no tan solo están ahí para desdicha nuestra, pensamos que ¡se han multiplicado!, con la complicidad de uno o dos personajes del equipo de gobierno, que han abusado de la confianza del Ejecutivo.

Carlos Brito, el Tlatoani

De los políticos priistas que he conocido a lo largo de mis 54 años de ejercicio periodístico, serios, respetables, con autoridad moral, profesionales de la política, solo quedan a la vista dos: Carlos Brito Gómez y Felipe Amadeo Flores Espinoza, ambos personajes muy queridos por la militancia que queda en el tricolor veracruzano y por la sociedad en general.

Hace unas semanas Don Carlos Brito Gómez sufrió un accidente y tuvo que ser trasladado a una clínica en la ciudad de México donde le practicaron una cirugía de la que, gracias a Dios se recupera satisfactoriamente, en su domicilio de la calle Manuel Avila Camacho en la ciudad de Xalapa, donde un reducido grupo de compañeros lo visitamos, convivimos con él, con su hijo Carlos y con Don Toño su asistente de hace muchos años.

Da gusto platicar con un hombre como Don Carlos, dueño de una memoria privilegiada y una mente muy lúcida. Sus opiniones sobre la política actual y la situación en que se encuentra su partido el PRI, son acertadas, como siempre lo han sido. El “Tío Charles” no pierde el sentido del humor y bromea con Gonzalo Morgado Huesca, su compañero de equipo político, de andanzas políticas, de “grillas” y de tanto que han hecho desde que arrancaron como elementos fundamentales del equipo de gobierno de Don Rafael Hernández Ochoa; Carlos Brito en calidad de Subsecretario de Gobierno que en ese tiempo tenía las facultades que le transfirieron a la Secretaría, como encargada de la política interna del Estado y Morgado como presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, cargo en el que estuvo los seis años por lo que se convirtió en el presidente del CDE del PRI con más años en el cargo.

Fue una mañana muy agradable, en principio porque nos cercioramos de la salud de don Carlos Brito que va muy bien, luego porque fue una especie de reencuentro con amigos como Joaquín Rosas Garcés, Raymundo García Jiménez, Noemí Valdez, Víctor Murguía Velasco, Luis Romero y quien esto escribe.

La SCJN echará abajo la Ley Nahle

 Federico Salomón Molina, celebró que el máximo tribunal admitió a trámite la demanda para invalidar la reforma que permite a la Secretaria de Energía, Rocío Nahle, contender por la Gubernatura de Veracruz, pese a no haber nacido en esa entidad ni ser residente. Cabe mencionar que por tratarse de un tema electoral, la SCJN le dio prioridad y estará lista la resolución antes del 2024.

“Confiamos en la SCJN, es un aliciente que nos da confianza en la justicia federal, desde que fue anunciada dijimos que era una Ley a modo” dijo.

Al respecto, fue el Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, notificó la admisión de acciones de inconstitucionalidad promovidas por las dirigencias nacionales del PAN y del PRD, que impugnan la reforma del pasado 11 de agosto al artículo 11 de la Constitución de Veracruz, que ahora permite acceder a la Gubernatura a los nacidos fuera del territorio del Estado, con hijos veracruzanos o con una residencia efectiva de cinco años en territorio veracruzano. Cabe mencionar que el artículo 116 de la Constitución federal, no prevé un escenario como el que se autorizó en Veracruz, por lo que la reforma eventualmente podría ser anulada.

Reflexión

Para tener una idea de lo que son capaces de hacer los soldados que por designio de AMLO y con la aprobación del Senado de la República ya son dueños del país, en el caso Jorge Winkler hasta el teléfono de la amante tenían intervenido. Se pasan.

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