Ante los avances en la descarbonización del planeta y la eliminación de los combustibles fósiles, la electromovilidad es vital para el desarrollo sostenible. Se estima que para el año 2035 dejarán de fabricarse vehículos a combustión interna.
Para contribuir a la descarbonización del planeta pero al mismo tiempo aprovechar vehículos con motor a combustión, unos investigadores de la Universidad Nacional de San Luis en Argentina han desarrollado un kit para que quien tenga una moto a combustión pueda sacar su motor y reemplazarlo por uno eléctrico.
El principal objetivo del kit, que consiste en el motor eléctrico, el controlador y la batería, es lograr transferir la tecnología completa o por partes a la industria. Además, a partir de su prototipo, se propone utilizarlo como plataforma para distintas pruebas y mejoras sobre el desarrollo realizado.
“Lo que proponemos es un kit para conversión de motos de combustión, que son las que hoy andan por la calle, a motos eléctricas, o sea que cualquiera que tenga una moto puede sacar su motor de combustión y reemplazarlo por un motor eléctrico con sus baterías y todos sus controles” explicó a Argentina Investiga Guillermo Catuogno, director del proyecto.
Con el fin de presentar el proyecto al concurso universitario de innovación UNSL Xi, en el cual obtuvieron el primer puesto, se decidió desarrollar el primer prototipo y es por ello que partiendo desde el marketing se eligió la clásica moto Puma, de producción nacional en los años 50.
“No es una moto común, sino que es una moto clásica que se hizo en los 50, la Puma, por eso nuestro proyecto se llama e-Puma (…) era una moto de bajo costo, ciento por ciento producida en la Argentina más que nada para los obreros, para que tuvieran una movilidad para ir a sus trabajos y hacer sus actividades; entonces, nos enfocamos en esa filosofía de la moto de bajo costo y de ahí surgió el proyecto”, explicó Catuogno.
La idea del proyecto es que sea totalmente de producción nacional y desarrollado por el equipo, tanto el motor, el controlador, como así también el software. Se han pensado dos versiones, una con diseño cerrado y más eficiente para inversores, donde se pueda transferir y vender ese conocimiento, y otra de tecnología abierta de más bajo costo, disponible para quien lo requiera.
“En la versión de tecnología abierta vamos a reutilizar controladores que por ahí utilizamos, por ejemplo, para bombeo de agua en la Patagonia; motores que hacemos para otras aplicaciones rurales los vamos a utilizar para traccionar la moto, en donde este kit de tecnología abierta no va a ser tan eficiente como el otro, pero va a estar disponible para que cualquiera pueda hacerlo y construirse su propio kit de moto eléctrica”, resaltó el director.
Del proyecto participan todos los docentes del Laboratorio de Tecnologías Aplicadas de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias (FICA), dirigido por el doctor Guillermo Catuogno e integrado por Carlos Catuogno, Gastón Frías, y Roberto Trimboli.
Junto al equipo responsable trabaja un grupo colaborador. Pablo Nasisi desarrolla la parte mecánica de la moto en su tesis de grado para acceder al título de Ingeniero Mecatrónico.
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