El Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) destinará 170 mil millones de pesos para realizar la compra consolidada de medicamentos y materiales de curación bianual 2023 y 2024, con lo que se calcula que adquirirá 2 mil 175.7 millones de piezas de fármacos y 900 millones de insumos médicos, es decir cerca de mil 537 millones de unidades al año.
Lo anterior, a pesar de que el Instituto Farmacéutico LATAM (Inefam) un think tank de investigación de mercados, calcula que el sector salud público requiere al año alrededor de mil 800 millones de piezas de medicamentos y material de curación, por lo que las unidades calculadas para los próximos dos años estarían 15 por ciento por debajo de la demanda.
“En términos de importes estimamos que para los dos años (el presupuesto del INSABI ande) sobre los 170 mil millones de pesos, salvo los descuentos que se logren”, dijo Enrique Martínez, director general del Inefam.
Para este año, el presupuesto federal del INSABI fue de 103 mil millones de pesos, de los que cerca de 60 mil 242 millones fueron subsidios para dar atención y medicamentos gratuitos a personas sin seguridad social, lo que significa que los casi 85 mil millones de pesos que se ejercerán anualmente en los próximos dos años implicarían una reducción de 17 por ciento en el gasto.
El estudio de mercado para la compra consolidada bianual que lanzó el INSABI tiene hasta el 28 de septiembre para que las farmacéuticas interesadas suban su información, en octubre se lanzaría la convocatoria para la licitación, lo que significaría que en noviembre se firmarían los contratos de producción.
“La planificación para producir medicamentos requiere de al menos tres o cuatro meses de antelación para que se haga el pedido de las materias primas y se preparen las condiciones en las plantas para atender esos volúmenes. Lo cual no está pasando”, advirtió Juan de Villafranca, presidente de la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (AMELAF).
Cabe recordar que esta compra es independiente de la alianza que pactó con la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) de 2021 a 2024, donde le pagan por el total de la asesoría 2 mil 224 millones de pesos, y solo en el 2021 compró medicamentos y material de curación por 105 mil 497.7 millones de pesos.
“Lo preocupante es que (la compra) está en manos del INSABI, que ha demostrado que no es bueno gestionando el sistema de salud, ni las compras públicas, y tenemos un sistema de distribución con muchos problemas, y la incertidumbre sigue siendo toda”, lamentó Enrique Martínez.
Este año, al INSABI decidieron quitarle la carga de atender la salud universal, por lo que ahora será el IMSS-Bienestar el que se hará cargo de la cobertura médica para quienes no tienen acceso al sistema de salud pública, tras la desaparición hace casi tres años del Seguro Popular.
“Preocupa mucho que efectivamente los proveedores estén o no en la posibilidad de cubrir esas cantidades con contratos abiertos y manteniendo precios fijos durante dos años, ante una situación inflacionaria que no se resolverá en 2023″, alertó Martínez.
¿Qué hará el IMSS-bienestar?
El primero de abril arrancó el nuevo esquema que el gobierno usará, a través del IMSS-Bienestar, para llevar servicios de salud a la población sin seguridad social, con lo que ahora el INSABI podrá enfocarse a la compra de medicamentos.
El IMSS-Bienestar, creado por un decreto publicado el 31 de agosto de este año, se convertirá en un Organismo Público Descentralizado (OPD) que se hará cargo de toda la infraestructura de salud de los estados, que así lo acepten, para centralizar el servicio de atención médica para quienes no cuenten con acceso a hospitales públicos, con lo que sustituirá al INSABI.
Al convertirse en un OPD, el IMSS-Bienestar recibirá financiamiento directo del gobierno federal para operar su infraestructura, y crear nueva, para brindar los servicios de salud en todos los niveles, y no solo los de carácter ambulatorio y hospitalario, primero y segundo nivel, que daban hasta antes del decreto.
“Lo estaremos viendo en forma hasta finalizar el 2023, hoy todavía está muy revuelto. Estará funcionado tanto con recursos federales como estatales, y son los estados en función de los acuerdos que firme el gobernador en turno los que les transfieran infraestructura, equipamiento, montos de medicamento”, detalló Martínez.
El IMSS-Bienestar atiende a 11.6 millones de personas marginadas, y ofrece servicios a 19 entidades, la Ciudad de México fue la última en adherirse en mayo de este 2022.
“Hay sectores que pierden, desplaza el gasto en salud, sigue siendo insuficiente en general y todavía más insuficiente para que arranque el IMSS-Bienestar que plantearon hace unas semanas”, apuntó Alejandra Macías, directora del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
El Financiero
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