La tecnología avanza a pasos agigantados, además ha incursionado en campos inimaginables como una propuesta directa a las mejoras del desarrollo de la cotidianidad humana. En esta oportunidad, el científico líder chino Cao Xiangdong, describió el artefacto señalando «Con este nuevo artefacto, podemos escribir en el aire sin necesidad de tinta o papel.»
Una creación que podría aportar a la medicina o diversos campos complejos, como en las comunicaciones, búsquedas o rastreos en eventos catastróficos. Según el periódico South China Morning Post,la tecnología involucrada implica el uso de impulsos extremadamente cortos y ultra potentes, que son capaces de transformar moléculas en partículas de luz. Y no solo eso. Dichas partículas son dispersadas con tal precisión, que permiten plasmar en el aire cualquier línea o forma conservando cada detalle.
El láser y las nubes
Aunque la invención no ha sido publicada oficialmente, los expertos anotaron que los impulsos se producen cada cual trillonésima parte de un segundo, aproximadamente. No es la primera vez que la tecnología láser es aplicada para «escribir» formas en el aire. Sin embargo, el proyecto de Wuhan da un paso adelante, al no requerirse un fondo o una nube para proyectarlas.
Historia del láser
Fue en el siglo XX bajo la sabiduría de Albert Einstein que esta tecnología incursionó en el mundo, por medio de su predicción del fenómeno de «emisión estimulada», que es fundamental para el funcionamiento de todos los láseres. Su evolución radical se posicionó en 1960 cuando se construyó el primer láser en Hughes Research Laboratories, este primer dispositivo usó rubí sintético como medio activo y emitió un haz de luz de color rojo profundo con una longitud de onda de 694,3 nm. La primera aplicación para el láser de rubí fue en telemetría militar, y aún se usa comercialmente para perforar orificios en diamantes debido a su alta potencia pico.
Hacia 1963, el ingeniero eléctrico Kumar Patel realizó la invención del láser de dióxido de carbono (CO2) en los laboratorios AT&T Bell. El láser CO2 tiene un costo muy inferior y una mayor eficiencia que el láser de rubí. Estos factores lo han hecho el tipo de láser industrial más popular por más de 50 años, puesto que es usado en la industria para cortar y grabar una amplia oferta de materiales como plástico y madera.
La primera aplicación comercial del procesamiento de materiales mediante láser fue en mayo de 1967 cuando Peter Houldcroft de TWI (The Welding Institute) en Cambridge, Inglaterra, usó un haz láser CO2 asistido por oxígeno para cortar una lámina de acero de 1 mm de espesor.
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