La Cámara de Diputados votará hoy una reforma al régimen transitorio constitucional de la Guardia Nacional, para ampliar el plazo de intervención de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública, hasta 2029.

Aunque las bancadas de la llamada cuarta transformación en la Cámara de Diputados (Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde (PVEM), con sus nuevos aliados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) –para temas de la Guardia Nacional– suman 346 votos, suficientes para una reforma constitucional, priistas y morenistas podrían tener disidentes.

El vicecoordinador de los diputados de Acción Nacional (PAN), Jorge Triana Tena, afirmó en entrevista que diputados del PRI le han planteado que votarán en contra del dictamen de la iniciativa de reformas al artículo quinto transitorio del decreto constitucional que creó la Guardia Nacional, propuesta por el PRI y dictaminada ayer.

“Se nos han acercado varios diputados del PRI que están preocupados por lo que está pasando, sobre todo porque va a afectar la alianza y sobretodo en las entidades con elección en 2023”, planteó.

También hay expresiones en contra de la militarización y advierten que en caso de que el PRI vote a favor eso podría fracturar a la alianza, por lo que –dijo el panista– “lo están evaluando”.

Los legisladores priistas –según Trioana– valoran que pueden estar en riesgo los triunfos en Coahuila y el Estado de México “que son los únicos dos estados que le quedan (al PRI), los dos únicos que gobiernan y esto (la votación) por supuesto va a traer alguna consecuencia”, causar que la oposición se separe y eventualmente que el PRI se quede sin ningún gobernó estatal, declaró el legislador del PAN.

Ayer, en la dictaminación, se agregó otra propuesta del tricolor para que el plazo total de la participación del Ejército en seguridad pública no sea hasta 2028, sino hasta 2029, es decir, en total una década desde la creación de la Guardia Nacional, en 2019.

Aunque haya legisladores disidentes, estos tendrían que ser, se estima, de entre 12 a 15, pues Morena y sus aliados (que reúnen 346 votos) sí garantizan en principio mayoría calificada de dos terceras partes de los diputados presentes, es decir, 334 votos, en caso de que los 500 asistan.

Para que la enmienda sea rechazada se necesitarían más de una docena de votos en contra, emitidos por priistas o de la llamada Cuarta Transformación..

Morena cuenta con 203 diputados, el PVEM 41, el PT 33 y el PRI 69, es decir, 346 votos.

Mientras tanto, el PAN tiene 114 legisladores; el PRD 15 y 25 Movimiento Ciudadano. Se espera que los 154 rechacen unánimemente el dictamen.

Morena opera para controlar votos

La estrategia de la cuarta transformación incluyó el acuartelamiento de sus diputados en un hotel cercano, donde cenaron, convivieron y pernoctaron juntos anoche para llegar unidos y temprano al pleno este miércoles, sin que haya fugas o inasistencias.

También se hizo presente ayer en la Cámara de Diputados y en el Senado el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, para transmitir su llamado a cerrar filas.

El viernes 2 de septiembre, cuando se votó la primera reforma a la Guardia Nacional, consistente en un paquete de cambios a cuatro leyes para que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) controle administrativa y operativamente a ese organismo, Morena y aliados perdieron cuatro votos.

Estos no impactaron en el resultado y las enmiendas se concretaron, por tratarse de cambios a leyes secundarias, para las que bastó la mayoría simple de los legisladores.

Dos morenistas emitieron su voto en abstención en esa votación: Manuel Vázquez Arellano y Carol Antonio Altamirano, de Oaxaca, quien expresó su convicción de que esas reformas eran inconstitucionales.

En una de las cuatro leyes reformadas la semana pasada, sí emitió su sufragio en contra la morenista Inés Parra Juárez, de Puebla, quien se caracteriza por sus posiciones críticas, aunque esta vez no argumentó su voto negativo.

Además, en esas votaciones, ocurridas del viernes 2 al sábado 3 de septiembre, durante la madrugada, se ausentaron en la aprobación en lo general ocho legisladores de Morena y dos del PT. En lo particular se fue uno del PVEM.

Reforma, lista después del “puente”

Si en la Cámara de Diputados la reforma es casi un hecho, en el Senado de la República el rechazo de la bancada del PRI puede impedir que se concreten los cambios.

De ser el caso, el pleno del Senado recibirá la minuta en sesión de la próxima semana, pues ayer los senadores tuvieron doble sesión para disfrutar de los días de asueto por el puente del 16 de septiembre y regresar a trabajar hasta el martes próximo.

Como en la Cámara de Diputados, en el Senado se requieren dos terceras partes de los legisladores presentes. Hasta ahora no se han presentado la totalidad de los 128 senadores a una sesión, pero, de ser el caso, se requieren 85 votos en pro de la reforma para alcanzar la mayoría calificada.

Morena cuenta con 80 senadores, más cuatro de Encuentro Social (PES), cuatro del PT más seis del PVEM (74 legisladores en total).

Por tanto, bastaría que de 11 a 12 senadores de la oposición, incluido el PRI –que ha anticipado su rechazo a la enmienda– la respaldaran, para que prospere.

En rueda de prensa, la semana pasada 9 senadores del PRI presentes –en total son 13- garantizaron su voto de rechazo a la militarización.

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