Investigadores de la Universidad KU Leuven, en Bélgica, han conseguido generar un nuevo tipo de célula humana en el laboratorio utilizando células madre que se parecen mucho a sus homólogas naturales de los embriones humanos en sus primeras etapas. Gracias a ello, los investigadores pueden estudiar mejor lo que ocurre justo después de que un embrión se implante en el útero, según anuncian en la revista ‘Cell Stem Cell’.

Cuando todo va bien, un embrión humano se implanta en el útero unos siete días después de la fecundación. En ese momento, el embrión se vuelve inaccesible para la investigación debido a las limitaciones técnicas y éticas. Por ello, los científicos ya han desarrollado modelos de células madre de varios tipos de células embrionarias y extraembrionarias para estudiar el desarrollo humano en una placa.

El equipo de Vincent Pasque, de la Universidad Católica de Lovaina, ha desarrollado el primer modelo para un tipo específico de células embrionarias humanas, las células del mesodermo extraembrionario. «Estas células generan la primera sangre de un embrión, ayudan a fijar el embrión a la futura placenta y desempeñan un papel en la formación del cordón umbilical primitivo –explica–. En los seres humanos, este tipo de células aparece en una fase de desarrollo más temprana que en los embriones de ratón, y podría haber otras diferencias importantes entre especies. Eso hace que nuestro modelo sea especialmente importante: la investigación en ratones puede no darnos respuestas que también se apliquen a los humanos».

Los investigadores fabricaron sus células modelo a partir de células madre humanas que aún pueden convertirse en todos los tipos de células de un embrión. Las nuevas células se asemejan mucho a sus homólogas naturales en los embriones humanos y, por lo tanto, son un buen modelo para ese tipo celular específico.

«No se fabrica un nuevo tipo de célula humana todos los días –recuerda Pasque–. Estamos muy ilusionados porque ahora podemos estudiar procesos que normalmente permanecen inaccesibles durante el desarrollo. De hecho, el modelo ya nos ha permitido averiguar de dónde proceden las células del mesodermo extraembrionario. A largo plazo, es de esperar que nuestro modelo también arroje más luz sobre retos médicos como los problemas de fertilidad, los abortos espontáneos y los trastornos del desarrollo», confía.

infosalus.com

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