Desde la llegada de la inseminación artificial, miles de personas han logrado concebir su esperado hijo, sin embargo, también hay parejas que no pueden optar por esta opción, ya que no tienen un buen recuento de espermatozoides y óvulos.

Los investigadores de la Universidad de Sheffield, en Estados Unidos, estudiaron las proteínas en la superficie de los óvulos y su forma de conectarse con los espermatozoides.

Utilizando miles de huevos artificiales con diferentes péptidos en sus superficies, el equipo les incubó esperma para ver cuáles de ellos atraían a los espermatozoides en mayor número.

Luego, realizaron una inspección más cercana e identificaron una proteína específica que estaba asociada a las fecundaciones de huevos artificiales.

Esta proteína fue llamada MAIA, en honor a la diosa griega de la maternidad, y la investigación determina que juega un papel importante en atraer espermatozoides al óculo para lograr la fertilización.

“La infertilidad no tiene explicación en más de la mitad de las personas que luchan por concebir de forma natural. La ingeniosa técnica de fertilización artificial que nos permitió identificar la proteína MAIA no solo permitirá a los científicos comprender mejor los mecanismos de la fertilidad humana, sino que allanará el camino para nuevas formas de tratar la infertilidad y revolucionará el diseño de futuros anticonceptivos”, detalló el investigador principal del estudio, Harry Morre.

Esto significa que con su mayor estudio se podrá llegar a desarrollar una nueva técnica que permita combatir la infertilidad y permitir a las personas tener hijos.

futuro360.com

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