El mundo necesita de tecnologías que limpien la atmósfera del exceso de CO2 que tenemos ahora mismo. Un equipo ha descubierto la forma de crear hojas que absorben el dióxido de carbono mientras crean combustible.

La hoja es una de las pequeñas máquinas más impresionantes de la naturaleza, capaz de convertir la luz solar, el dióxido de carbono y el agua en energía. Según estudios, con 1,2 billones de árboles acabaríamos con el cambio climático.

Por este motivo, y con ese diseño natural tan impresionante, científicos de Cambridge han creado un tipo de hoja artificial que puede flotar en el agua, aprovechando la luz solar por encima y el agua por debajo para producir combustibles con la misma eficacia que una real. Se parece a esto.

El nuevo estudio se basa en el diseño anterior del equipo de una hoja artificial que utilizaba dos absorbentes de luz de perovskita emparejados con un catalizador de cobalto, y que tomaba agua y dióxido de carbono para producir oxígeno, hidrógeno y monóxido de carbono.

Estos dos últimos productos podrían capturarse y utilizarse para fabricar gas de síntesis (syngas), un ingrediente clave en plásticos, fertilizantes y combustibles como el gasóleo, ayudando así a reducir la huella de CO2 de estos productos.

Pero el diseño anterior era bastante voluminoso, con vidrio grueso y otros materiales que lo convertían en un dispositivo no autónomo. Para el nuevo estudio, los investigadores querían adelgazarla hasta el punto de que fuera lo suficientemente ligera como para flotar en el agua.

Para ello, el equipo depositó capas absorbentes de luz de perovskita sobre finas capas flexibles de poliéster recubiertas de óxido de indio y estaño, y utilizó un catalizador de platino. A continuación, se cubrieron con materiales ultrafinos a base de carbono que repelen el agua.

El resultado final fue una hoja artificial que podía flotar en la superficie del agua y dividirla en hidrógeno y oxígeno o producir los ingredientes del gas de síntesis.

El equipo probó los dispositivos en cursos de agua cercanos y demostró que, por gramo, la producción era comparable a la de las hojas naturales: 0,58% de hidrógeno y 0,053% de monóxido de carbono.

Estas cifras pueden parecer poco, pero suponen una gran mejora. Las hojas artificiales flotantes también son escalables. El equipo afirma que los dispositivos podrían utilizarse para generar combustibles más limpios en cualquier lugar donde haya agua, incluso en el mar.

computerhoy.com

Conéctate con Formato7:

TEXTO Y CONTEXTO | A la buena entendedora… no alcanza para 500 millones