La violencia que se vive en Coatzacoalcos no es nueva, pero nunca como ahora. Tampoco de trata de hechos aislados. Es la radiografía del terror que se vive en toda la región sur del estado, donde incluso autoridades municipales han sido ejecutadas o han denunciado ser víctimas de secuestro y extorsión por parte de la delincuencia. Nadie está a salvo.

La quema este sábado de patrullas de la policía estatal con bombas molotov afuera de un taller mecánico en Coatzacoalcos, vino a recordar que las heridas por las masacres del bar “Caballo Blanco” en ese municipio y la palapa “Los Potros” en Minatitlán –en ambos eventos fueron ejecutadas 45 personas-, siguen abiertas.

Estas masacres que conmocionaron al país entero siguen impunes. Luego de tres años, la autoridad no ha resuelto ninguno de los casos; algunos de los detenidos fueron liberados por falta de pruebas y las víctimas han sido ignoradas en su petición de justicia. Los responsables solo han recibido de la autoridad estatal perdón y olvido.

Los recientes actos de violencia en Coatzacoalcos –el secuestro y asesinato de un joven empresario y la agresión a las unidades de la policía- confirman que los grupos de delincuencia organizada mantienen el control de la zona, como ha sido desde el inicio de esta administración. La promesa de resolver la inseguridad en sólo dos años fracasó ante tantos balazos y muy pocos abrazos.

Veracruz sigue siendo un infierno que no se refleja en las cifras oficiales por dos sencillas razones: la cifra negra de delitos que no se denuncian –en muchos casos la propia Fiscalía deliberadamente no abre carpetas de investigación, algo que debería hacer de oficio-, y el maquillaje que se hace de las denuncias que sí llegan ante el ministerio público.

Pero la realidad es otra. Coatzacoalcos sigue siendo el municipio más violento de Veracruz. Según cifras del Inegi, nuestro querido Puerto México, Martínez de la Torre, Córdoba, Xalapa, Minatitlán, Papantla, Acayucan, Las Choapas, Cosoleacaque y Omealca fueron las ciudades más violentas en el año 2021. En estos 10 municipios se concentró el 30 por ciento de cada 100 homicidios dolosos del estado.

Además, Coatzacoalcos es el municipio donde se cometen más homicidios de mujeres. Por ello, a nadie extraña que se encuentre entre las 10 ciudades del país con la peor percepción de violencia. Según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, el 29.2 por ciento de los ciudadanos –una de cada tres personas- tuvo de manera directa algún conflicto o enfrentamiento durante el primer trimestre de 2021.

Durante el gobierno de Cuitláhuac García se han cometido al menos nueve masacres en todo el estado; desde la reciente ejecución de una familia entera en Boca del Río, pasando por los cuerpos de al menos nueve personas abandonadas sobre la autopista 145 Cosoleacaque-La Tinaja, hasta los eventos ya referidos de Coatzacoalcos y Minatitlán.

Los aspirantes de Morena a gobernar Veracruz -las corcholatas veracruzanas, parafraseando al filósofo de Macuspana- nada han hecho por la seguridad de sus municipios, acaso llenar de espectaculares de su cuestionable gestión como servidores públicos, como si esto fuera a inhibir la presencia de los grupos de la delincuencia organizada.

Frente a la violencia, ¿dónde están estas corcholatas jarochas?

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