Por Juan Javier Gómez Cazarín
Diputado local. Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado
Este fin de semana es decisivo en la vida política de Morena, lo que equivale a decir que es decisivo para el rumbo del país, dado que nuestro partido tiene una clarísima preferencia ciudadana en las batallas electorales que se aproximan.
En los 300 distritos federales se definirán a las compañeras y compañeros que participarán en los Congresos para renovar a nuestros órganos de gobierno interno a nivel nacional y en las 32 entidades federativas.
No es exagerado decir que lo que ocurra el fin de semana tendrá consecuencias en el porvenir de nuestro Veracruz y de México, porque las nuevas dirigencias estarán a cargo de las elecciones del 2023 y 2024.
Por eso no podemos equivocarnos. Debemos elegir con sensatez porque el futuro del partido y el proyecto de continuidad a largo plazo de nuestro movimiento dependen del pronunciamiento de nuestra militancia este fin de semana.
Voy a repetir algo que ya he dicho. Y lo voy a repetir porque considero que es una amenaza potencialmente grave sobre la que vale la pena encender alarmas a tiempo: se nos quieren meter chapulines del PRI, PAN, PRD y MC. Mucho cuidado con ellas y ellos.
Es verdad que una característica de nuestro movimiento ha sido la inclusión de quienes busquen un cambio verdadero para el país.
Pero incluyente no debe confundirse con ser excesivamente confiados con la entrada de quienes indudablemente representan una manzana envenenada para la Cuarta Transformación.
O sea, sí hay que tener la puerta abierta pero con mosquitero para que no pasen los bichos.
Apenas el año pasado, aquí en Veracruz, el pueblo les dio la espalda y sus buenas razones habrá tenido para mandarlos a la goma. La gente votó con v chica y los botó con b grande porque les conoce sus mañas, sus vicios y su corrupción. En algunos casos perdieron hasta tres a uno.
Hay exalcaldes, exdiputados y excandidatos perdedores, que hace un año escupían insultos al presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Cuitláhuac García Jiménez. Algunos de ellos han militado no en uno, sino en varios de los partidos que ya mencioné.
Ahora que se sienten perdidos y buscan cobijo de un partido limpio que les brinde la posibilidad de pasar la aduana del voto ciudadano.
En sus distritos los conocen bien. Confío en que la militancia de Morena los deje afuera.