A finales de junio el Tribunal Penal de Mansoura, en Egipto, condenó a muerte a un hombre por asesinar a una estudiante frente a la universidad; luego de que la joven rechazó sus insinuaciones. El detalle es que este domingo 24 de julio, la dependencia exigió al Parlamento que la ejecución del feminicida se pueda transmitir en directo.

Desde el inicio, el juicio fue particularmente mediático, pues en internet se distribuyó de manera masiva el video sobre el feminicidio de Nayera Ashraf frente a su universidad. Lo mismo pasó con el juicio del asesino, que después fue transmitido en directo por algunos medios de comunicación.

Esto provocó una gran conmoción en Egipto y Oriente Medio, ya que el feminicida confesó haber matado deliberadamente a la estudiante de 20 años después de que ella se negara a casarse con él.

El asesinato de la estudiante Nayera Ashraf frente a su universidad en la ciudad de Mansoura, en el norte de Egipto, ha provocado indignación en las redes sociales.

Así, un mes después del crimen, la instancia de Mansura, pidió una exención para poder transmitir en directo la ejecución, pero ¿cuál es el objetivo de ello?

De acuerdo al tribunal, la difusión, aunque sea solo del inicio del procedimiento, serviría como castigo al hombre, a la par que podría ayudar a disuadir el número de ataques de este tipo.

Asimismo, se pidió al Parlamento modificar la ley para autorizar estas transmisiones con mayor frecuencia.

Egipto, uno de los países que más penas de muerte impone

Según datos de la Amnistía Internacional, Egipto presenta un elevado nivel de casos de violencia sexual y de género; solo hay que mencionar que días después del feminicidio de Achraf, otra estudiante jordana, Imane Erchid, fue asesinada a tiros en Ammán, probablemente por las mismas razones.

Egipto es el país que más penas de muerte impone. En 2021 el país norteafricano registró más de 800 casos de agresiones contra mujeres, entre ellos 296 asesinatos.

Además obtuvo el tercer lugar por el mayor número de ejecuciones en el mundo, pero estas nunca se realizaron con público ni se transmitieron en directo, salvo raras excepciones.

De hecho, puede ser que el último caso que se aprobó para transmitir en directo por televisión fue el caso de tres hombres que mataron a una mujer y a sus hijos durante un robo; en 1998.

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