Los restos del individuo, conocido como persona de Mengzi, se descubrieron en una cueva de la meridional provincia de Yunnan en 1989, informa la televisión CGTN.
Aparte de restos humanos, en dicha cueva también se hallaron fósiles de animales como ciervos, macacos y osos.
Los científicos determinaron una «continuidad genética» entre la persona de Mengzi y «las poblaciones actuales del sur de Asia oriental».
La persona de Mengzi resultó ser una mujer joven que medía unos 155 centímetros de altura y pesaba 46 kilogramos.
La joven «vivió una vida de caza y recolección», explicó Zhang Xiaoming, uno de los científicos que la estudiaron y que reflejaron sus hallazgos esta semana en la revista científica Current Biology, citado en la cadena estatal.
Los expertos descubrieron «profundos lazos genéticos» entre la mujer y los «primeros nativos americanos», señaló Zhang.
Según algunas hipótesis, los antiguos humanos que vivían en cuevas en el sur de Asia oriental comenzaron a migrar hacia el norte cuando el clima se volvió cálido y algunos de ellos habrían cruzado el Estrecho de Bering y establecido en América.
Fuente: abc.com.py