San Marcos Atexquilapan, Mpio. de Naolinco, Ver.-Sobre cada uno de los tres féretros posan las camisetas rayadas del equipo de fútbol “Deportivo San Marcos”, con los sobrenombres de “Pollo”, “Bochito”, y “Sami”, las mismas que usaban en ese orden los hermanos Jaír y Yovani, y su primo Misael.

Hombres y mujeres de todas las edades pasan a despedirse a los ataúdes en los que han colocado las fotografías de los deportistas del fútbol y aficionados al equipo del Guadalajara “Las Chivas”.

Cuando se despiden hablan con las fotografías en voz bajita y lloran porque los conocían, los vieron nacer y crecer: a Jaír hace 20 años; y a Yovani y Misael hace 16 años; además el primero tenía trofeos por su destacada participación para meter goles.

Una pertinaz lluvia comienza a caer cuando los féretros con los cuerpos de Jaír, Yovani, y Misael salieron de la casa cargados por los hombres del pueblo para llevarlos a la iglesia de San Marcos, donde el sacerdote Andrés Hernández Solano los espera en la puerta.

Minutos antes en el patio de la casa, Balbino Olivares que se presentó cómo el abuelito de los hermanos Jaír, Yovanni y Misael pide fuertes aplausos para despedirlos.

Al dirigir unas palabras a las más de 500 personas presentes en el velorio, Balbino comparte que impulsó a sus nietos para que le dieran triunfos como futbolistas en el equipo “Deportivo San Marcos”.

“Yo como abuelito me siento orgulloso de ellos en el deporte, porque yo les decía hijos échenle ganas estamos representando el pueblo de San Marcos y mis nietos le echaban ganas mis nietos fueron campeones, ese trofeo que está ahí es de Jaír fue campeón de goleo y me siento muy contento, orgulloso de ellos, por favor otro aplauso fuerte, fuerte para ellos” dijo Balbino.

Con los ojos rojos por tanto llorar, hace uso de la palabra el tío de los jóvenes Martín Olivares para agradecer a todas las personas del pueblo, que los han acompañado desde el viernes 01 de julio cuando las autoridades de la dirección de Migrantes de Veracruz les informó que en la caja del trailer donde viajaban y murieron 53 migrantes por asfixia en San Antonio Texas, ahí, ahí lamentablemente también identificaron a Jaír, Yovani y Misael.

El tío Martín también agradece al pueblo el recibimiento que dieron a los cuerpos sin vida en la noche del miércoles 14 de julio cuando llegaron a San Marcos y desde entonces hasta hoy los han acompañan noche y día; les ayudan a elaborar tamales, les regalan café, pan, azúcar, vasos y platos desechables.

“A nombre de mi familia Olivares Ruiz y Olivares Valencia queremos darles las gracias, agradecerles todo el dolor que estamos compartiendo cómo familia, como hermanos todos”.

Martín asegura que sin la ayuda y el cariño del pueblo no habrían podido sostenerse de pie ante el dolor tan grande de perder a sus tres hijos, sus tres orgullos en el fútbol y a quienes apoyaron para que pudieran cumplir el sueño de irse a trabajar a Estados Unidos, con el único fin de construir una casa y poner un taller para la elaboración de calzado.

“Se los juro por Diosito que lo sabe, que ustedes nos mantienen de pie, todos los que están aquí nos ayudan con el dolor que sentimos por la muerte de Jaír, Yovani y Misael; se los juros que Diosito sabe porqué hace las cosas, nosotros no somos nada de este mundo, nada más les digo mis chamacos les inculcamos una cosa antes de mi, mi padre lo hizo, mi papá nos enseñó el fútbol” agrega.

El hombre fuerte de piel morena y con la playera de fútbol llora y explica los lugares estratégicos que cada uno de sus sobrinos ocupaba a la hora de los partidos del fútbol.

“El Sami era mi central en el Deportivo San Marcos; el Jaír era mi delantero; y Yovani la defensa lateral era un chamaco que se los juro por mi madre, por todo lo que estamos sufriendo: era un chamaco hermoso y sensible un aplauso para Misael, El Samy; un aplauso para Jaír, El Pollo; un aplauso para Yovani, El Bochito”. Gracias por todo lo que nos están acompañando”.

AVC/Verónica Huerta

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