El inicio de obras en Xalapa durante temporada de lluvias genera sobrecostos a los constructores de hasta 30 por ciento y retrasa su ejecución, señaló el vicepresidente Nacional e la Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción, Rafael Fentanes Hernández,

El empresario explicó que históricamente se inician obras en plena temporada de lluvias y aunque han pedido a las autoridades que adelanten las licitaciones para evitar los aumentos en tiempos y costos, no se ha hecho.

“Con estas lluvias se puede incrementar entre un 20 ó 30 por ciento los sobrecostos de una obra. El municipio está haciendo hoyos por todos lados, pero el problema y no es de ahorita pero arrancan las obras en época de lluvias”.

Dijo que el resultado es el deslave de las terracerías cuando ya se tienen tendidas las bases y lista para tirar concreto o asfalto, pues tras un aguacero todo el material se deslava e incluso la tierra se humedece afectado los niveles permitidos.

“La solicitud es tratar de acelerar la inversión pública para que antes de que inicien las lluvias se empiecen las obras sobre todo en asfaltado porque de lo contrario implica alargar los tiempos de ejecución de la obra, re-trabajos y sobrecostos”.

Recordó que en el caso de pavimentaciones se tiende la terracería de acuerdo con las especificaciones para cumplir con los parámetros de humedad pero estos se ven afectados con las lluvias, lo que significa un aumento en costos y tiempo para la empresa que realiza la obra.

“La terracería es la mesa, lo que le pongas encima, el concreto o asfalto es el mantel y va a deformarse o sufrir en cuanto a la mesa, si tiene hoyos o partes hundidas o levantadas y eso mismo sucede con las vialidades. La base determinará la calidad y la duración de lo que le pongas encima. Para lograr los grados de compactación que se necesita requiere de análisis para determinar la humedad, pero si el material de banco ya viene con más humedad se debe orear para usar, y si a eso se suma que llueve no se tiene lo que requiere”.

Fentanes Hernández comentó que esto es un fenómeno de acolchonamiento, por lo que en ocasiones al caminar en una obra que enfrentó lluvia se siente cómo se hunde debido a la cantidad de agua que tiene.

“Eso no sirve porque cuando pierda la humedad se levantará en unas partes y se hundirá en otras, con el riesgo de que se quiebre. Obviamente si eres un constructor responsable se entrega la obra como se debe, y si llueve es un riesgo que él debe cubrir, volver a poner el material, significa un sobre trabajo y mayores costos que son absorbidos por el contratista porque las autoridades solo reconocen los días perdidos”.

AVC/Perla Sandoval

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