El fiscal del condado de Lake (Illinois, Estados Unidos) presentó este martes siete cargos de asesinato contra el detenido por el tiroteo del 4 de julio en las afueras de Chicago, que se saldó con siete muertos y una treintena de heridos.

En una rueda de prensa, el fiscal Eric Rinehart anunció que el sospechoso Robert Crimo, deberá hacer frente a siete cargos de asesinato en primer grado -uno por cada víctima mortal- y que se presentarán más acusaciones en los próximos días en relación con las 39 personas heridas.

El estado de Illinois, donde se encuentra la localidad de Highland Park, en donde se produjo el tiroteo, no contempla la pena de muerte, y si el sospechoso es hallado culpable de los siete cargos de asesinato, la ley obliga a que la pena sea entonces de cadena perpetua sin posibilidad de acceder a libertad condicional, apuntó el fiscal.

También este martes, la Policía de Highland Park -que se encuentra al norte de Chicago, en el condado de Lake– reveló que Crimo pasó semanas planeando el tiroteo, y que se disfrazó con ropa de mujer para no levantar sospechas durante su huida.

El hombre fue detenido horas después del ataque, tras una breve persecución sin incidentes.

Los investigadores han confirmado que el sospechoso compró el arma del tiroteo, un rifle de alto calibre, de manera legal, y que además tenía otras armas de fuego, que también adquirió legalmente.

Crimo presuntamente se subió a una azotea cercana a un desfile por el Día de la Independencia y disparó indiscriminadamente más de 70 veces contra la multitud.

LATINUS

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