Hace un año, Jazmín Hernández iba saliendo de su trabajo, cuando una mujer que traía entres sus manos un recipiente se le acercó y le aventó acido en la cara. En ese momento, su acompañante le quitó la ropa; personas que iban pasando, corrieron a la tienda a comprar agua y leche, pues una doctora les dijo que eso le generaría alivio en la piel.

La mujer de 34 años lleva 10 meses acudiendo a la Clínica Dermatológica Isela Méndez, donde le han hecho 10 tratamientos estéticos, pues el ataque del 21 de mayo de 2021 le lastimó el rostro de lado izquierdo y le generó la pérdida de la oreja de ese parte.

Clínica Dermatológica Isela Méndez
17 de junio 2022. Foto: © Andrea Gama Del Valle.

En entrevista con Forbes México, Jazmín recuerda que ese día había planeado encontrarse con un amigo que desde hace años no veía, pero todo cambió: “Dije ‘llego, me alisto y hago lo que tenga que hacer y por la tarde salimos’, y no fue así”.

En México no existen cifras oficiales del número de ataques con ácido hacia mujeres; sin embargo, la Fundación Carmen Sánchez -que brinda ayuda a quienes son afectadas por este tipo de agresiones- lleva un registro de 28 víctimas en las últimas dos décadas. Además, en 85% de los casos, el autor intelectual fue un hombre: 5 de ellos eran sus parejas y 11 de ellos, exparejas sentimentales.

Días después del ataque, Jazmín acudió a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México para denunciar lo sucedido; sin embargo, hasta el momento no se conoce quién era la mujer que le aventó el ácido ni quién fue el autor intelectual de éste, y apenas las autoridades realizarán un retrato hablado sobre la atacante.

“Lamentablemente no hay un avance como hubiera querido que fuera. Después de un año se va a hacer el retrato hablado de esa persona. Todo lo recabado que tienen en la Fiscalía, pues es gracias a mi familia, porque el día del ataque se movilizaron y tocaron casa por casa para que nos dieran los videos de las cámaras.

No ha hecho nada la Fiscalía”, relata.

Ella aún no sabe quién la atacó con ácido, pero sí recuerda que 15 días antes de esto, su expareja la amenazó, pues se había negado en verlo.

“Dijo que me iba a mandar a golpear, que conocía gente de Tepito, 15 días antes estaba insistente que me quería ver, que no trabajara los turnos, que él me los pagaba. En tres ocasiones lo rechacé, porque sus llamadas eran ofensivas. A la tercera vez que lo rechazo, me dijo que me anduviera con cuidado y a los 15 días me pasa esto”, dice.

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‘Yo no quería sobrevivir, sino vivir‘

“Dicen que debemos estar agradecidas, porque sobrevivimos al ataque con ácido, pero les digo ‘no, yo no quería sobrevivir, sino quería vivir’”, dice María López, quien en 1988 le aventaron ácido en la cara.

La mujer recuerda que hace 33 años ella iba caminando con su hermana por las calles de Indios Verdes, cuando un carro en el que iban tres hombres que portaban pasamontañas se paró y la subieron solo a ella. La llevaron a un río donde antes de arrojarla, la hincaron, le alzaron la cara y le aventaron ácido.

Clinica Dermatológica Isela Méndez
17 de junio 2022. Foto: © Andrea Gama Del Valle.

“Este tipo de ataques es lo peor que podemos sentir, porque es un ardor indescriptible, te acaban completamente. En ese momento cuando me lo arrojan, ya ni podía hablar, porque me paralice. El ácido te va carcomiendo, sentía que mi boca y lengua no reaccionaban”, narra María López.

Al igual que Jazmín Hernández, aún no sabe quiénes eran las tres personas que la atacaron ni quién fue el autor intelectual de este ataque. Ello, pese a que sí denunció la agresión ante las autoridades.

Según datos de la Fundación Carmen Sánchez, de los 28 casos que tienen registrado de ataques con ácido a mujeres mexicanas, en 96% de los casos no ha habido sentencia, pero cuatro agresores ya fueron vinculados a proceso: 3 por feminicidio en grado de tentativa y uno por violencia familiar.

María López ha contabilizado más de 31 cirugías por las que ha pasado, pues el ataque con ácido fue en todo el rostro, pero dejó de contar los procedimientos a los que se sometía, pues señala que es un martirio pensar cuál es el siguiente.

“(Este tipo de ataques) es un cambio de 360 grados, porque cambia completamente (tu vida). Yo lo visualizo en mi vida, la tengo en mente como que estuvo parada cinco años en operaciones, cinco años aislada, cinco años en que no quería saber de nada, de dolor, de angustia. Tuve 31 cirugías, ya no quise seguir contando, porque psicológicamente es un martirio”, describe.

‘Lo primero que sentí es que me quemaba horrible el ácido’

En agosto de 2019, Karina Mendoza fue agredida. Ese día, eran cerca de las 7:15 de la noche cuando se dirigía a su trabajo. Se encontraba a dos cuadras de su casa cuando un hombre en bicicleta se bajó, se acercó a ella y le aventó ácido en la cara.

“Lo primero que sentí es que me quemaba horrible”, recuerda Karina Mendoza, la mujer de 26 años, quien asegura que su hijo de 7 años y sus padres le dan fuerza para “salir adelante”.

El ataque se dio a menos de dos metros de distancia de una farmacia, por lo que la mujer inmediatamente se acercó a este lugar para pedir ayuda. Entró y les dijo que había sido agredida, por lo que el doctor de este lugar la atendió.

“Gracias a Dios estaba una farmacia, a unos cuantos pasos; fui gritando. Pensaban que los iba a asaltar, el doctor me pasó, me enjuagó la cara y me hecho spray y se me calmó un poco el dolor. Sí me ayudó demasiado que luego luego actuaran”, narra.

Pese a que llevaba el rostro quemado, una clínica 53 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) le dijo que debía esperar su turno para ser atendida, por lo que aguardó entre 2 y 3 horas para ser recibida. Posteriormente, fue atendida en el Hospital de Magdalena de las Salinas, donde tuvo tres cirugías. Actualmente, es atendida en la Clínica Dermatológica Isela Méndez.

Desde 2018, este clínica atiende gratuitamente a mujeres que fueron atacadas con ácido por medio de diversos tratamientos estéticos con el fin de mejorar la calidad de su piel. Según datos de la Fundación Carmen Sánchez, 90% de las agresiones de este tipo tiene como objetivo el rostro.

“Consiente de que no podemos quedarnos de brazos cruzados ante la violencia contra la mujer, espero que esta ayuda motive a qué más colegas apoyen a las mujeres en su lucha contra la violencia”, señala la doctora Isela Méndez.

*Forbes/Yared De La Rosa

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TEXTO Y CONTEXTO | Veracruz en los primeros lugares, pero de crimen y extorsión