La posibilidad de modificar el cerebro de una persona y cambiar su personalidad ha dejado de ser solo un relato de ciencia ficción. La llamada lateralización del cerebro y la manera de influir en algunas de sus partes y cambiar algunos comportamientos, es totalmente factible en la actualidad. Por ejemplo, “hackear” el cerebro puede aumentar la confianza y mejorar el rendimiento mental. ¿Pero cómo se consigue llevar a la práctica estos complejos procesos? Aquí te contamos más datos sobre lo que debes saber sobre ello.
La neuro modulación ya es una realidad
Según James J. Hughes, director del Institute for Ethics and Emerging Technologies (IEET), la ciencia puede cambiar la forma en que sienten, piensan o en la forma en que se comportan los seres humanos.
En la actualidad, y como hace siglos lo ha estado haciendo la humanidad, se continúa intentando mejorar las capacidades cognitivas mediante la intervención de diferentes tipos de medicamentos.
Otro método utilizado frecuentemente aplica una corriente eléctrica de baja intensidad a ciertas partes del cerebro, o genera cierto campo magnético a determinada región.
Un método más moderno utiliza chips, que, incorporados al cerebro le estimulan eléctricamente.
La ventaja de la neuro modulación es que puede dirigirse con mucha precisión a las partes del cerebro específicamente relacionadas con ciertos rasgos o sensaciones de la personalidad.Cerebro humano
Aplicación médica práctica
Es posible, por ejemplo, implantar electrodos en el nervio vago, el más largo y complejo de los nervios craneales, para que pueda ser estimulado.
Este nervio tiene una influencia extremadamente importante tanto en la presión arterial como en la frecuencia cardíaca. Los electrodos también se pueden instalar directamente en el cerebro, a lo que se denomina “estimulación cerebral profunda” (DBS),
Según Hughes, una intervención de neurocirugía puede dar óptimos resultados si se instalan los electrodos profundamente. El chip es capaz de crear una cascada eléctrica que influirá en más de cien mil neuronas.
La oxitocina sintética, por ejemplo, aumenta el nivel de confianza de las personas, reduce la agitación e incrementa el enfoque en las tareas que se quieren realizar.
Sin embargo, indica Hughes, que el uso de este tipo de drogas tiene consecuencias morales en los comportamientos de las personas. En realidad, es el abuso de consumo que conlleva las alteraciones que, en última instancia, afectan a todo el organismo, o al menos a gran parte de él.
La doctora Tara Swart, neurocientífica y entrenadora de liderazgo y profesora del MIT, ayuda a personas a hackear deliberadamente sus cerebros para lograr resiliencia mental y un máximo de rendimiento.
Su estrategia se basa en una mejor forma de controlar el estrés, regular las emociones y retener información. Deja un comentario sobre este tema o comparte esta noticia en tus redes sociales.
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