“Es más fácil que Tata Martino gane la copa del mundo que Alito la presidencia”

Germán Martínez Cáceres 

Tras las pasadas elecciones para gobernador en seis estados de la república, en la que Morena ganó cuatro para sumar 22 estados bajo su control, los analistas políticos se enredan en hipótesis distintas producto de interpretaciones que cada uno tiene.

Naturalmente para Morena fue un gran triunfo, gobernarán en casi todo el país lo que quiere decir que el proyecto de la 4T camina muy bien bajo el liderazgo del presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien consideran un maestro en las cuestiones electorales.

Los detractores de AMLO afirman que las elecciones fueron una demostración más del hartazgo social que existe por la forma de conducir los destinos de la nación de López Obrador y sus colaboradores, y basan su afirmación en el elevado abstencionismo que hubo el pasado domingo, abstencionismo que también se registró en la llamada revocación de mandato que tantos miles de millones de pesos costó sin ninguna justificación; a AMLO se le eligió para seis años y por ley los tiene que cumplir, nadie lo está corriendo del cargo. El abstencionismo se explica como una forma de protesta social por no estar de acuerdo con el gobierno.

Los expertos también señalan que distintas circunstancias locales explican los resultados electorales en cada estado en la anterior elección.

Luis Carlos Ugalde, por ejemplo, menciona el oportunismo de los políticos que se mueven a donde de color según sus intereses: “En en política existe un fenómeno de oportunismo en donde los operadores políticos, la clase política, fluye hacia dónde está el dinero y, por lo tanto, lo que estás viendo ahora es que Morena gana en algunas entidades con los políticos tradicionales que antes eran del PRI o del PAN”.

“(La ciudadanía) supone que tener una mejor relación con la presidencia les va a dar más beneficios, lo que eventualmente ocasiona que se de alguna alternancia a favor de Morena”, dijo Víctor Alarcón.

El analista político también pone sobre la mesa los casos de violencia en entidades como Tamaulipas, Durango y Quintana Roo e incluso la cercanía de gobernadores priistas como el oaxaqueño Alejandro Murat y el hidalguense Omar Fayad con López Obrador, para entender los resultados electorales.

Lo cierto es que nos ha tocado vivir un momento especialmente crítico en todos los sentidos: en el de la inseguridad, la economía, la salud, la lucha de un gobierno contra la educación, el serio intento por desaparecer a las clases medias y en general los abusos cometidos por un gobierno orientado por un absurdo resentimiento social.

Es un hecho que existe una coincidencia generalizada de desencanto y rechazo a estas nuevas formas de gobernar que nos conducen, sin duda, al fracaso. Si este descontento que se manifiesta solo en abstencionismo por temor a represalias, se consigue unificar en torno a nuevas banderas de lucha social por la reivindicación de todos los sectores sociales, en el 24 estaremos siendo testigos y protagonistas de otro cambio, de una nueva esperanza.

Lo que ha sido el PRI

Ha sido guionista, productor, locutor, reportero, corresponsal y enviado especial en medios escritos, radiofónicos y televisivos. Es catedrático, conferencista y colaborador en diarios de EU y AL. Nos referimos al periodista Leonardo Kourchenko, quien publica en la edición de ayer de El Financiero, un magistral retrato de lo que ha sido el PRI a lo largo de su historia. Una parte de esa historia cargada de verdad la compartimos con  quienes nos hacen el favor de leer nuestros Apuntes.

“El PRI ha avanzado y retrocedido, ha construido y derruido, pero hoy más que nunca, ha perdido el sentido, la brújula, el espíritu. Fue semisocialista cuando la movilización de los sindicatos y los campesinos; fue centro izquierda cuando las grandes fuerzas democráticas de Latinoamérica, fue neoliberal cuando los cambios de las inversiones y los tratados comerciales apuntaban en esa dirección.”

“Pero sobre todo, fue el más refinado aparato de gobierno y control de grupos y corrientes, siempre al servicio del presidente en turno. Servía con eficiencia y disciplina al titular del Ejecutivo, para voltearse, reconventirse y casi reinventarse para servir al siguiente, a veces, hasta con principios e inclinaciones opuestas.”

“La “dictadura perfecta”, dijo con precisión Vargas Llosa en 1990.”

“Hoy el PRI no sabe qué es ni a dónde va, por eso pierde en todos los comicios.

Hay personajes claves de los últimos tiempos quienes cargarán con la deshonra y el descrédito de sepultar al histórico y camaleónico partido.”

“Alejandro Moreno estará con letras doradas entre los sepultureros, por su evidente doble moral, por su negociación oscura con el poder y con ello abandonar una auténtica oposición, por resistirse a la extorsión con el engaño del México primero. Alejandro Murat, Omar Fayad, gobernadoes protegidos y cobijados por el priismo –dizque renovador de Peña– se convirtieron en serviles peones del obradorismo.”

“Los Moreira, ambos, Rubén y Humberto, cada uno por sus propias culpas y responsabilidades, siempre buscando cómo acomodar sus intereses personales.

Miguel Ángel Osorio Chong, senador silente, inexistente, que ahora levanta la cabeza ante las vergonzosas derrotas, ¡en su propio estado! No hizo nada, no movilizó grupo alguno para impedir la derrota de su partido ni la deshonra del gobierno al que sirvió diligentemente. Algún día entregará cuentas a la historia.

Roberto Madrazo, Roberto Borge, Javier Duarte, César Duarte, Mario Marín, Tomás Yarrington, Ángel Aguirre, Arturo Montiel… sume usted. Haga su trivia y nombre, atrévase, a los 10 peores priistas de los últimos 20 años.”

“Otro de letras doradas será Enrique Peña Nieto, a quien la ambición, la vanidad, la frivolidad condujeron a desperdiciar la histórica oportunidad de regresar al poder 12 años después, para demostrar que el PRI había aprendido la lección y que podían hacer un mejor gobierno. Traicionaron al México que votó por otorgarles otro momento en la historia para corregir sus errores e impulsar a este país por la ruta del crecimiento y del desarrollo democrático, equitativo y justo. La desgracia política que hoy vive México, el país pintado una vez más por una fuerza hegemónica antidemocrática, unidimensional, rebosante de complejos y nostalgias ideológicas, es herencia directa de las torpezas, los latrocinios y los acuerdos sucios del PRI con su último gobierno.”

Más claro ni el agua, diría uno de los lacayos de la 4T.

Reflexión

El presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso de Veracruz, Juan Javier Gómez Cazarín pidió a sus compañeros legisladores de comisiones unidas a dictaminar a la brevedad la denominada Ley Monse, que busca reducir el círculo de apoyo a delincuentes, especialmente a los feminicidas. En verdad, esto urge.

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