«Abracen a sus hijos todos los días». Este es el mensaje del padre del único superviviente de la carnicería perpetrada por un joven de 18 años en una escuela primaria en Uvalde (Texas), que le costó la vida a 19 escolares y dos profesoras.
Se llama Guadalupe Lieja y su pequeño de ocho años tuvo la suerte de que pudo salvar la vida en el tiroteo registrado en la Escuela Primaria Robb, en donde se había atrincherado Salvador Ramos, quien cometió uno de los ataques más mortíferos registrados en una escuela de EE.UU. Por el momento se desconoce cómo logró zafarse de los disparos. El criminal, al final, fue abatido por la Policía.
«Conozco a la mayoría de las familias y el lunes pasado vi a uno de los fallecidos: mi hijo juega al béisbol, así que lo hicieron uno contra el otro; lo acababa de ver jugar…» decía, consternado Lieja, respecto al otro menor fallecido
Aun en estado de shock, Lieja explicó que era difícil encontrarle sentido a tal acto de violencia. «No sé qué decir. Solo, como siempre decimos, abraza a tus hijos todos los días, todas las mañanas cuando vayan a la escuela o después de la escuela. Ya sabes, hazlo todos los días, cuando sea, siempre que tengas la oportunidad», indicó, visiblemente emocionado en declaraciones a la NBC.
El tiroteo de Uvalde es el segundo con más víctimas mortales después del ocurrido en otra escuela primaria, la de Sandy Hook en Newtown (Connecticut), en diciembre de 2012 que se cobró la vida de 20 niños y seis adultos.
ABC