Al gobernador Cuitláhuac García se le está haciendo bolas el engrudo con la arbitraria clausura del Acuario de Veracruz, que este domingo continuó cerrado en detrimento del turismo de fin de semana y con pérdidas económicas para hoteleros, restauranteros y demás prestadores de servicios.

Y es que hasta para clausurar cualquier local, empresa o centro de diversiones hay que hacerlo con fundamentos y no a lo baboso como lo hizo el gobierno de la 4T.

Primero dijeron que lo clausuraron por “tráfico de especies”, pero esa mentira no aguantó  nada por lo que la cambiaron. “Es que se celebró una fiesta en su interior y eso viola el reglamento”, pero tampoco les funcionó. “Es que se murió un manatí” (como si los manatíes fueran inmortales) y finalmente argumentaron que el Acuario no entregó la documentación que le requirieron.

El caso del manatí es un ejemplo de lo desinformado que está el pobre gobernador que no por nada volvió a ocupar el último lugar en popularidad y aceptación entre los 32 gobernadores del país.

El manatí, una hembra que se llamaba Costeña, fue rescatada de la laguna de Alvarado en septiembre del 2002. Estaba tan maltrecha que hubo que amputarle la aleta derecha y aun así vivió casi 20 años en cautiverio y tuvo una cría llamada Naty.

Pero el gobernador que anda bien perdido dijo que lo que pasa en el Acuario levantaba suspicacias, “Porque no olvidemos que se dio la muerte de un manatí ahí. Vamos a solicitar la información técnica de porqué se murió un manatí, siendo que es un espécimen que tiene que ser muy cuidado. Y si la ocultan nos levanta suspicacias también sobre lo que está sucediendo con las demás especies».

Lo que le va a decir la “información técnica” es que Costeña murió de muerte natural después de que profesionistas especializados la cuidaron mimaron alimentaron y protegieron por cuatro lustros. Es decir, el mamífero no murió por maltrato, según “suspicacias” del gobernador.

En relación a la famosa pachanga, está se celebró en 2019 con motivo de un aniversario más del Acuario y en las fotos se ven a empleados que fueron reconocidos por sus años de servicio.

Para clausurar el Acuario Cuitláhuac echó mano de Sergio Rodríguez Cortés, titular de la Procuraduría del Medio Ambiente, un ex perredista converso al morenismo que salió del anonimato al tomarse una foto semiencuerado y contando un fajo de billetes arriba de una cama.

Pero el tiro le salió por la culata al gobernador.

Rodríguez Cortés es el ejemplo más acabado de corrupción en la actual administración y su futuro –dicen- está en Pacho Viejo. El tipo es conocido por extorsionar “tanto a tirios como a troyanos. Él no ve colores, ve dinero, mucho dinero, pero ya caerá. Las demandas en su contra se las vamos a restregar al próximo gobernador y nos tendrá que hacer caso. Este sujeto debe estar en la cárcel y allá lo vamos a enviar” me dijo un empresario jarocho.

Quien debió clausurar el Acuario si encontraba irregularidades era la Profepa no la PMA, por lo que Sergio Rodríguez estaría violando la ley. Pero bueno, allá el señor y su mala cabeza.

Por lo pronto el Acuario permanece cerrado. Y es que en el fondo hay casi 90 millones de pesos que generó el año anterior y despertaron la codicia del gobernador y sus achichincles. Una parte sustantiva de esa cantidad es de lo que pagaron los visitantes por admirar la fauna marina que ahí se conserva y es de las mejor cuidadas del planeta.

Mediante un comunicado (aquí sí, para evitar suspicacias) la administración del Acuario dio a conocer que presentó la documentación que le requirió la Procuraduría del Medio Ambiente. Que la operación del Acuario se rige con apego a las Normas Mexicanas y Convenciones Internacionales. Que cuenta con registro vigente ante la Secretaría del Medio Ambiente para operar como unidad de manejo animal y cumple con lo establecido en la Ley General de Vida Silvestre y su reglamento.

Que cuenta con profesionales especializados y capacitados para atender y garantizar el bienestar de cada especie que alberga, y es el único Acuario certificado por la Association of Zoos & Aquariums en Latinoamérica. Que a lo largo de tres décadas ha trabajado en colaboración con autoridades, instituciones, universidades, y centros de conservación e investigación, ayudando a rescatar, rehabilitar y reintegrar a su hábitat a diversas especies.

Y por último, precisa que la administración del Acuario de Veracruz que no trafica ni vende ejemplares de ningún tipo.

O Cuitláhuac ordena su reapertura ya, ahora, o el rechazo que le manifiestan los ciudadanos y lo tienen como el peor gobernador del país, se trocará en desprecio y en votos en contra para su partido en el 2024. El Acuario ni es de él ni de su malhadado gobierno. Es con todas sus letras, orgullo y patrimonio del pueblo veracruzano.

Un par de aclaraciones…

En mi columna del viernes anterior dije que el alcalde de Cosoleacaque es Cirilo Vázquez Parissi cuando no es así, es su hermano Ponciano. También es Ponciano el que está en la lista de aspirantes del PRI a la gubernatura, mientras que Cirilo aspira a dirigir al tricolor a nivel estatal y a una diputación plurinominal. Eso sí, ni Ponciano ni Cirilo tienen posibilidades de ser candidatos de la alianza PAN, PRI, PRD y eventualmente MC a la gubernatura de Veracruz. Al menos por ahora.