Investigadores del Mount Sinai de Nueva York han descubierto un mecanismo hasta ahora desconocido por el cual las células aún no malignas de los tumores tempranos de cáncer de mama viajan a otros órganos y, finalmente, se «activan» y se convierten en cáncer de mama metastásico, según publican en la revista ‘Cancer Research’.

Los investigadores también demostraron la capacidad del factor de transcripción NR2F1, una proteína que controla la expresión externa de un gen, de bloquear las células premalignas para que nunca se diseminen, lo que podría ser una herramienta de diagnóstico crucial para predecir la recaída.

«El reto actual para la gestión del tratamiento de las pacientes con cáncer de mama en fase inicial (por ejemplo, las pacientes que tienen lesiones no invasivas como el carcinoma ductal in situ), es que aunque las recidivas invasivas locales se reducen después de la cirugía o de la cirugía con radiación, el riesgo de morir de cáncer de mama sigue siendo el mismo», ha señalado la autora principal del estudio, la doctora María Soledad Sosa, profesora adjunta de Ciencias Farmacológicas, y de Ciencias Oncológicas, en el Instituto del Cáncer Tisch de Mount Sinai.

«Esto sugiere que antes de la detección y extirpación de la masa tumoral invasiva, algunas células premalignas se diseminaron y alojaron en otros lugares, a la espera de su posterior reactivación –prosigue–. La identificación de una ‘firma de diseminación temprana’ en el tejido mamario que podría identificar a las pacientes con riesgo de desarrollar recaídas posteriores, que son por tanto candidatas a recibir terapia sistémica, es crucial para reducir la mortalidad en estas pacientes».

Un porcentaje pequeño pero significativo de mujeres con cáncer de mama en fase inicial nunca evoluciona hasta convertirse en un tumor de mama invasivo, que es el curso esperado del cáncer de mama metastásico. En cambio, mueren después de que su lesión premaligna reaparezca sólo en otros órganos, convirtiéndose esencialmente en un asesino inesperado y silencioso.

Hasta este estudio, no se conocía con claridad el mecanismo por el que las células cancerosas premalignas adquieren características móviles e invasivas que permiten su diseminación y colonización en otros órganos.

Los investigadores utilizaron modelos animales y células premalignas de cáncer de mama procedentes de pacientes, cultivos en 3D y microscopía de alta resolución para investigar cómo se diseminan estas células premalignas. Los autores descubrieron que las células premalignas regulaban a la baja los niveles de NR2F1, lo que ayudaba a impulsar la diseminación junto con la regulación al alza de PRRX1, un regulador maestro del fenotipo invasivo.

Los autores pudieron encontrar células premalignas que expresaban simultáneamente niveles bajos de NR2F1 y niveles altos de PRRX1 en los tejidos de carcinoma ductal in situ de las pacientes, lo que las convierte en una subpoblación premaligna específica con potencial de diseminación.

La importancia clínica de esta relación inversa entre NR2F1 y PRRX1 debe determinarse en un mayor número de muestras humanas y con estudios de seguimiento de la supervivencia global y la supervivencia sin metástasis.

infosalus.com

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