“Este 3 de mayo vamos a celebrar además del Día de la Santa Cruz, nuestro día y que ya tenemos chamba después de que estuvimos sin trabajo por eso del covid”, señala Agustín Martínez, maestro de una obra.
La tradición de los albañiles y que me heredó mi padre y mi tío que también se dedicaron a la construcción, era que en la obra que se estuviera trabajando, se hace una cruz de madera y se adorna con flores para después llevarla a bendecir a la iglesia”, relata Martínez.
Tras la bendición de la cruz la llevan al lugar de la construcción y celebran el día con una comida.
«Nunca faltan los tacos de guisados, cuando los patrones se ponen guapos hasta cerveza nos tocaba, carnitas y hasta barbacoa, pero con eso de la pandemia, el año pasado tuvimos poco trabajo”.
A don Agustín su padre Eusebio Martínez le enseñó que el Día de la Cruz y el Día del Albañil era una ocasión para agradecerle a Dios por tener trabajo y pedir porque el proceso de la obra fuera bien hasta el último día. “Mi papá y mi tío siempre me inculcaron la tradición de llevar a bendecir la crucecita para la obra, contaban que si no lo hacías, podrían haber accidentes, gracias a Dios nunca tuvimos alguno en los 40 años que llevo en mi chamba”.
Aunque ya por su edad tiene poco trabajo, su oficio no lo cambia por nada, “Con mi trabajo le di carrera a mis dos chamacos, uno es abogado y la otra enfermera, aunque me hubiera gustado que mi hijo siguiera mis pasos, pero mejor que se dediquen a otra cosa”.
Este 3 de mayo don Agustín ya tiene todo listo para que regresando de bendecir la cruz, la coloquen y sigan trabajando hasta mediodía, después, “ya el patrón se puso guapo para la comida, somos pocos en la obra, así que nos va a alcanzar para los de canasta y los refrescos”.
Pero, ¿dónde surgió esta celebración?
La celebración del Día de la Santa Cruz no es exclusiva en México, pues España, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Paraguay, Perú, Trinidad y Tobago, Argentina, Colombia y Venezuela también la festejan.
Se dice que en el siglo IV el pagano Constantino tenía que enfrentar una batalla. La noche anterior al suceso tuvo un sueño en el que vio una cruz luminosa y escuchó una voz que le dijo: Con este signo vencerás. Por lo que mandó colocar la cruz en varias banderas de los batallones.
Tras salir victorioso, su madre la emperatriz Elena le pidió que la dejara ir a Jerusalén a buscar la Santa Cruz en la que Cristo murió. Después de muchas excavaciones encontraron las tres cruces, justamente un 3 de mayo.
Por varios siglos se ha celebrado en Jerusalén y muchos pueblos del mundo el 3 de mayo como la fiesta del hallazgo de la Santa Cruz. Ese día también se celebra a los trabajadores de la construcción.
excelsior.com.mx