Ahora que la cantaleta de la “soberanía energética” es grito de guerra del morenismo y el régimen Obradorista, porque según ellos la oposición entregó los recursos energéticos nacionales a empresas extranjeras, al haber bloqueado la “Ley Bartlett” en el Congreso de la Unión; también habría que voltear tantito para atrás, como le encanta al presidente y darse cuenta que, a antes de pensar en la fuga de recursos hacia el extranjero, los mismos mexicanos sabotean esa soberanía con la práctica del huachicoleo.

En el mes de julio del 2019 el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que el huachicol se había acabado, presumió una reducción del 95% de ese delito durante una gira por Hidalgo, luego en septiembre del mismo año durante su primer informe presumió lo mismo; en el mismo sentido, pero en abril del 2021, nuestro transformador mandatario, al defender la iniciativa de reforma en materia de hidrocarburos, para “poner orden” en este ámbito, aseveró que no existe ninguna posibilidad de que vuelva el robo de gasolina (huachicol). “No hay ninguna posibilidad de que se restablezca el robo de combustible. Del robo de gasolina pasaron al robo de gas pero ya estamos atacando este tipo de ilícitos, al igual que el contrabando de gasolina”, señaló.

En cifras obtenidas vía transparencia, Pemex informó que en enero de este año se detectaron 56 tomas clandestinas y en febrero fueron 61, los focos rojos están en los municipios de Isla, José Azueta y Rodríguez Clara, que concentran el 90 por ciento de los casos. El informe detalla que durante 2019 se detectaron en Veracruz 954 tomas clandestinas, en 2020 fueron 360, en 2021 fueron 261 y van 117 solo en enero y febrero de este año.

Derivado de los daños que las tomas clandestinas causan a los ductos de Pemex, se han generado daños económicos que superaran los 28.2 millones de pesos en los últimos dos años, al menos cuatro millones de pesos corresponden a tomas ilegales de gas LP.

En lo que si tiene razón el presidente es que ahora el robo de gas es mayor, alomejor su raciocionio tomó ese dato para afirmar que el huachico prácticamente ya no existía; bendito Dios que ya no roban gasolina, ahora es gas, ¡viva AMLO!. La iniciativa privada del sector de combustibles también ha manifestado su preocupación, Carlos Serrano, el presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas considera que “desafortunadamente para el gas LP, para Pemex, estos grupos delictivos que dejaron de participar en el robo de gasolinas migraron hacia el robo de gas LP a los ductos de petróleos mexicanos”.

Mas allá de PEMEX, la sociedad que vive en las regiones azotadas por el huachicol también sufre de incertidumbre, temor y riesgo; pero igual que para otras problemáticas como los feminicidios, la falta de medicamentos, la inseguridad general, los decretos y la retórica no sirven

¿Dónde están esos patriotas que piden denuncias de traición a la patria contra legisladores de oposición? Su congruencia ante la defensa de los recursos nacionales les llevaría a reclamar también por el robo que, desde nuestro mismo territorio, se comente en agravio de PEMEX y la nación.