A diferencia de la sucesión presidencial de 2018, en la que Morena arrasó con 30 millones de votos al postular a un candidato con fuerte respaldo ciudadano que ya llevaba dos campañas consecutivas, para 2024 aún no se ve hasta ahora a un aspirante morenista con el mismo carisma y arrastre popular que Andrés Manuel López Obrador, lo que hace prever una contienda electoral mucho más competida.

Por ello es que aunque todavía muchos se niegan a aceptar que la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX), Claudia Sheinbaum, es la candidata favorita de AMLO para sucederlo, la mandataria capitalina ya habría consultado con su jefe político separarse de su cargo en marzo de 2023 para recorrer de manera anticipada y libremente como ciudadana defensora de la Cuarta Transformación las 31 entidades del país, sin ataduras administrativas ni legales.

Y es que fuera del Valle de México, Sheinbaum no es ampliamente conocida, por lo que tendría casi un año para posicionarse en el resto del territorio nacional antes de las campañas y elecciones de 2024.

Por lo mientras sigue afianzándose al interior de su partido. Este sábado, por ejemplo, al menos 5 mil activistas han confirmado su participación en el foro Mujeres por la Cuarta Transformación, que se realizará en el Monumento a la Revolución y contará con la asistencia de gobernadoras, presidentas municipales, regidoras y legisladoras de Morena.

Ante la cercanía del Día Internacional de la Mujer, en este evento se lanzará un manifiesto para reivindicar la lucha por la igualdad y los derechos de las mujeres, sobre todo las que menos tienen.

El miércoles pasado, Sheinbaum encabezó la ceremonia por el 193 aniversario luctuoso de doña Josefa Ortiz de Domínguez, La Corregidora, en la que la ex secretaria de Gobierno de la CDMX y actual secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno federal, Rosa Icela Rodríguez, puntualizó que muchas de las decisiones estratégicas del país son tomadas hoy por mujeres.

En ese acto, casualmente, participó también la presidenta del Consejo Honorario de Memoria Histórica y Cultural de México, Beatriz Gutiérrez Müller, la esposa del Presidente, quien señaló que si bien “hoy se puede nombrar a una mujer sin necesidad de marcar su apéndice matrimonial”, en su caso “a mucha honra pueden decir que yo soy Beatriz Gutiérrez de López Obrador”.

Sheinbaum coincidió con la esposa de AMLO en que “llevar el nombre de una pareja que uno tiene el enorme placer o gratitud de representar es muy importante, pero también lo es llevar el nombre propio”, y en el caso de Josefa Ortiz Téllez-Girón, más allá de ser esposa del corregidor Miguel Domínguez, fue una mujer valiente que dio su vida por la Independencia de México.

Ante el reñido escenario que se avizora para 2024, López Obrador comenzará a vigilar más a los aliados de Sheinbaum. Este miércoles ya mandó un mensaje a los de Veracruz. “El respeto se gana”, dijo al preguntársele sobre el delito de ultrajes a la autoridad, cuya inconstitucionalidad determinó la Suprema Corte de Justicia de la Nación y que el gobierno morenista de Cuitláhuac García se resistía aceptar. También frenó la confrontación del mandatario veracruzano con el líder del Senado, Ricardo Monreal. Y seguramente hará lo mismo para que dejen caminar por el estado al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, porque sea quien sea postulado finalmente a la gubernatura deberá salir muy fortalecido con la unión de todos los grupos partidistas y le sume votos al candidato presidencial.

Y es que muy difícilmente la candidata o candidato de AMLO logrará alcanzar esta vez en Veracruz la votación inédita de 2 millones de sufragios que obtuvo el tabasqueño en 2018. Por lo mientras, habrá que ver cuántos simpatizantes de López Obrador salen a ratificarlo en la consulta de revocación de mandato el próximo 10 de abril. Aunque todavía lejano, será un indicador de qué tan alto o bajo anda el respaldo popular del Presidente, que indudablemente incidirá a favor o en contra también de quien resulte postulada o postulado.