En nota periodística en Xalapa, Veracruz, México, destacada en AVC el 8 de febrero de 2022, por Perla Sandoval, anota como titular: “Siete hospitales con ocupación de 90 a 100% en áreas covid-19.” En el estado de Veracruz.
A ello, debemos agregar, que el grueso de la población desconfía asistir a los centros hospitalarios y que prefieren atenderse en sus domicilios.
La variante ómicron ha afectado en porcentajes importantes a la población en edad escolar y a jóvenes, de los cuales desafortunadamente se complican dañando su organismo perdiendo la vida.
Por ello representa alto riesgo la insistencia de retornar a clases presenciales en los planteles educativos, lo cual no se debe de llevar a cabo.
En México no se ha aplicado la vacunación a partir de los cinco años de edad como lo han realizado en otros países con la dosis de Pfizer, que ha demostrado la protección biológica en estas edades, incluso a partir de los dos años de edad.
Incitar a una población sumergida en el hartazgo de las restricciones sociales a que conduzcan a sus hijos a un centro escolar, implica alto riesgo de contagiarse, siendo esto una grave irracionalidad, ya que en ello va implícito que estos escolares contagien a sus cercanos, ya que, recordemos, los que no presentan sintomatología son contagiosos por los efectos aerosoles, además del riesgo durante el traslado en el que necesariamente se interactúa con el transporte público, sobre todo la población económicamente más precaria, colocando en alta vulnerabilidad a toda la población.
La pandemia de Sars-Cov-2, no va mitigándose, sino por el contrario, está en proceso la siguiente escalada, en lo cual, como lo demuestra el marco histórico de la evolución y la mutación de los virus en una pandemia, varía de acuerdo a sus condiciones de permanencia como lo han demostrado estudios recientes, realizados por investigadores japoneses, publicado en NIUS-CIENCIA 12/01/2022, por Irene Fernández Novo – Madrid-, relata que: “A dos años de pandemia, cinco variantes del virus, cuatro vacunas, tres dosis…El perfil inmunitario contra el coronavirus SARS-CoV-2 es tan diverso al día de hoy, como diversas son las combinaciones de vacuna e infección.”
Estos investigadores japoneses también han encontrado que: “El intervalo entre la vacuna y la infección es clave: quienes se infectaron pasando más tiempo responden mejor todavía.”
John M. Barry, Profesor e investigador distinguido en la Escuela de Salud Pública y Medicina Tropical de la Universidad privada de Tulane, ubicada en Nueva Orleans, Luisiana, en los Estados Unidos de América, fundada en 1834, como el Medical College of Louisiana, como respuesta a las epidemias de viruela, fiebre amarilla y cólera que se daban en esa época en los Estados Unidos. La Universidad fue en un tiempo, en la primera mitad del siglo XIX, el segundo hospital en el sur y el 15avo de los Estados Unidos en 1847.
El Profesor M. Barry, ha escrito un artículo, publicado el 4 de febrero de 2022, en The New York Times: “La mayoría de las historias sobre la pandemia de gripe de 1918, que cobró la vida de al menos 50 millones de personas en todo el mundo, dicen que concluyó en el verano de 1919, cuando la tercera ola de este contagio de las vías respiratorias amainó por fin.
Pero el virus siguió causando la muerte de más personas. Una variante aparecida en 1920 fue tan letal que debería haberse considerado una cuarta oleada. En algunas ciudades, entre ellas Detroit, Milwaukee, Minneapolis, Kansas City y Misuri, hubo más muertes incluso que en la segunda ola, la responsable de la mayoría de las muertes de la pandemia en Estados Unidos. Esto ocurrió a pesar de que la población estadounidense tenía suficiente inmunidad natural contra el virus de la gripe luego de dos años de varias olas de infecciones y después de que la letalidad viral de la tercera ola había disminuido.
Casi todas las ciudades de Estados Unidos impusieron restricciones durante la segunda oleada virulenta de la pandemia, que llegó a su punto más álgido en el otoño de 1918. Ese invierno algunas ciudades volvieron a aplicar controles cuando estalló una tercera oleada, aunque era menos mortífera. Sin embargo, en casi ninguna ciudad hubo una respuesta en 1920. La gente estaba cansada de la gripe, al igual que las autoridades. En los periódicos abundaban noticias aterradoras sobre el virus, pero a nadie le importaba. La gente de esa época ignoró la cuarta ola, y los historiadores hicieron lo mismo. El virus mutó y se convirtió en la gripe ordinaria de temporada en 1921, pero el mundo ya había pasado página desde mucho antes.
No debemos repetir ese error.
Es muy posible y quizás incluso probable que, enfrentado con una mejor respuesta inmune, el virus siga perdiendo su capacidad de causar la muerte; de hecho, existe una teoría que sostiene que el causante de gripe 1889-92, en realidad fue un coronavirus llamado OC43, que estos días provoca el resfriado común.
Todo esto hace que la imprudencia y el agotamiento, después de dos años de batallar contra el coronavirus- y entre nosotros-, son un peligro.
Las señales de este agotamiento- o esperanza insensata- se observa por todas partes.
Como sucedió en 1920, la gente está cansada de tomar precauciones.
Esta actitud le cede el control al virus. Así, aunque la variante ómicron parece ser menos virulenta, el promedio de muertes diarias por COVID-19 en la última semana de enero en Estados Unidos, se ubicaba por encima de las cifras más elevadas registradas para la variante delta.”
Lo mismo sucedió en México con más de ochocientos fallecimientos a la última semana de enero este 2022.
La ralentización ocasional de la pandemia no determina el declive de la misma, sino que son signos de alerta que definen la prolongación de la presencia del Sars-CoV-2. Los titulares en días recientes sobre una variante de ómicron “invisible”, han evocado la noción de que una nueva y “malvada” forma del coronavirus, está creando en secreto una desastrosa nueva ola de COVID-19.
En contraparte a ello, algunos científicos, refieren que ese escenario es improbable. Carl Zimmer, publicó el 01/02/2022, en The New York Times un artículo que refiere: “Sin embargo, la nueva variante, la cual tiene el nombre científico de BA.2, que es una de las tres ramas-hasta el momento- de la familia viral ómicron, podría prolongar la ola ómicron en una buena parte del mundo. Los experimentos en curso sobre la BA.1 podrían ayudar a los científicos a mejorar sus proyecciones.”
*Zimmer, es autor de la columna Matter, ha publicado 14 libros, entre ellos Life´s Edge: The Search For What It Means To Be Alive –El Borde de la Vida: La Búsqueda de lo que Significa Estar Vivo-.
*John M. Barry, es autor del libro La gran gripe: la pandemia más mortal de la historia. Editorial: Capitán Swing.
SKU: 9788412197976. 1ª edición 2020. Número de páginas 688.
Sintácticas
De Matilde Lien: A veces es difícil estar en contacto con uno mismo.
De Aristóteles: La adversidad siempre saca a la luz la virtud.
De Jevs: El cerebro aprende y reprende. El cerebro está siempre ansioso de glucosa. He llegado a pensar que si no se la proporcionas, destruye las células de los islotes de Langerhans del páncreas, para tener suficiente de la cual alimentarse aunque se autodestruya.
Franz Schubert. Entr’acte no. 3 from “Rosamunde”- encore from the YouTube Symphony Orchestra. Concert conducted by Michael Tilson Thomas at Sydney Opera House: