Para AMLO y su Secretario de Gobernación, (incluyendo a tres asesores electorales), lo ocurrido el pasado fin de semana en Veracruz no es algo que deba minimizarse. Todo lo contrario. Lo observan como uno de los arranques formales de la alianza opositora con miras a buscar la alternancia. El “movimiento por la justicia” no es tema menor.
El que las cabezas fuertes de la oposición mostraran unión, (aunque no reunieran multitudes), preocupa en Palacio Nacional, más aún cuando Dante Delgado también aparece en sus encuestas con opciones para competir hacia el 2024. No debe tratarse a la ligera.
“Cuando ves a Dante Delgado y Julen Rementería juntos, respaldados por priístas y perredistas (lo poco o mucho que eso signifique), no debe caerse en falsos aires de grandeza”, me dijo uno de los Secretarios (con tareas electorales) de AMLO.
“Rementería va por la candidatura, Dante va por la candidatura, incluso alguno de los Yunes rojos o azules pueden querer agenciársela, y estamos seguros que acabarán uniéndose todos contra Morena; el único que podría decidir ir sin alianza es Dante”, me comentaron quienes hacen los estudios electorales para AMLO.
En Palacio Nacional y Morena saben que la lucha en Veracruz no será contra Cuitláhuac García, no les preocupa; los rivales a vencer para la oposición son Nahle o Gutiérrez Luna, aunque el auténtico obstáculo a derribar continúe siendo el Presidente López Obrador.
“La fuerza del gobernador de Veracruz únicamente radica en AMLO; Nahle y Gutiérrez Luna tienen fuerza propia, la suficiente para no desgastar tanto la imagen del Presidente”, afirman en Palacio. La guerra en Veracruz será intensa, y no se dirime con frases domingueras.
Hay quienes buscan imitar a AMLO con sus frases en las mañaneras, y se consolidan como una gran mala copia. “Eso está molestando en Palacio Nacional”.
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