Científicos de Reino Unido y Australia han identificado una “válvula” geológica ubicada en la base de la corteza terrestre que permite que diversos metales básicos y preciosos asciendan desde lo profundo del planeta hasta la superficie.
Metales como el oro, el telurio y el cobre son requeridos para diversas áreas de la industria, pero han adquirido mayor relevancia por su utilidad en la fabricación de tecnología que garantizará el futuro energético de la humanidad: paneles solares, turbinas eólicas y dispositivo de almacenamiento de baterías.
Estos elementos se encuentran mayormente alojados en el manto, a 50 kilómetros bajo la superficie de los continentes. Sin embargo, ocasionalmente el magma de esta capa de la Tierra transporta y deposita grandes volúmenes de metales en la corteza.
El equipo liderado por David Holwell, profesor de geología ambiental y aplicada en la Universidad de Leicester enfocó su investigación en dos depósitos de metales de origen magmático ubicados en una zona volcánica (concretamente un arco volcánico) de los Alpes italianos.
Al estudiar la composición química de las rocas que contienen compuestos ricos en oro y cobre —que incluyen cantidades de telurio, platino y otros— y los registros de temperatura a la que estuvieron expuestos, lograron recrear el viaje de estos elementos hasta los depósito naturales.
Según el documento publicado en la revista científica Nature Communications, cuando los metales llegaron con el magma a la base de la corteza terrestre, una temperatura de aproximadamente 1.000 °C en esa capa permitió su entrada en forma líquida y su transporte hasta niveles más cercanos a la superficie, en este caso la zona volcánica, donde se solidificaron.
Los autores precisan que ese sitio en la base de la corteza funciona como una válvula que solo se abre cuando predomina la temperatura adecuada.
“Si la temperatura es demasiado caliente o demasiado fría, estas ‘válvulas’ permanecen cerradas y los metales no pueden pasar, pero hemos descubierto que, en muchos casos, cuando hay ‘justo’ a alrededor de 1.000°C, los metales como el cobre, el oro y el telurio pueden ser liberados”, explicó Holwell en un comunicado.
De acuerdo con los autores, estas ‘puertas de entrada’ podrían estar funcionando en distintas partes del mundo y podrían explicar cómo se formaron los depósitos de metales más grandes de este tipo.
El trabajo es parte del proyecto FAMOS (De Arcos Volcánicos a Minerales, traducido al español), financiado por el Consejo de Investigación del Medio Ambiente Natural (NERC) de Reino Unido, e involucró a colaboradores de la Universidad de Leicester, la Universidad de Cardiff, la Universidad de Australia Occidental y la empresa minera BHP.
“Este artículo representa un trabajo fantástico que arroja nueva luz sobre los procesos magmáticos que operan en las profundidades de la corteza terrestre y que tienen implicaciones importantes para la accesibilidad a metales de importancia extrema para la humanidad”, señaló Jamie Wilkinson, profesor del Museo de Historia Natural de Londres e investigador principal del proyecto FAMOS.
“Los resultados permitirán una exploración mineral más específica, lo que reducirá la huella ambiental asociada con el descubrimiento y la extracción de metales”, finalizó.
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