Restan solo un par de meses para que oficialmente se cumplan dos años del inicio de la pandemia en América Latina. El covid-19 nos encerró durante un largo tiempo y nos enseñó que el desarrollo de la vida -horriblemente- se puede ejecutar desde dentro de casa y con una mascarilla puesta en todo momento. Pero justo cuando empezamos a ver una luz al final del túnel, aparece una nueva variante para complicar las cosas.
La más reciente, ómicron, es de las más contagiosas desde el inicio de la pandemia. Fue detectada en África y desde entonces generó nuevos confinamientos y recrudecimiento de restricciones sobre todo en países de Europa, Estados Unidos y territorios en dónde hay bajos porcentajes de vacunación.
Quizás una de las cosas “positivas” por así decirlo, de ómicron es que demostró la eficacia de los diferentes antídotos que se han aplicado en todo el mundo. Los porcentajes bajos de hospitalizaciones, ocupaciones de camas en UCI, complicaciones y muertes, son la evidencia más clara de este fenómeno.
Sin embargo, el hecho de que las vacunas hayan funcionado, no quiere decir que los científicos no iban a estudiar a detalle esta variante para intentar combatirla por completo. Por lo tanto, en los análisis recientemente realizados, lograron identificar las mutaciones por las cuáles esta variante del covid-19 es tan contagiosa, al compararlas con el resto.
Mutaciones de ómicron
De acuerdo con la información que publican los colegas de Infobae, el estudio que encontró y señaló las mutaciones de ómicron pertenece a científicos de la Universidad de Missouri, en los Estados Unidos, uno de los territorios que más sufre a los antivacunas.
Las nuevas variantes destacan por tener la particularidad de que escapan de los anticuerpos. Entonces, es ahí cuando contagian a personas que ya padecieron algunas de las variaciones anteriores o están vacunados. No obstante, los antídotos en el sistema inmune logran contener este nuevo nivel de mutaciones que es mucho más elevado que el de la cepa original, la alfa, delta, delta plus o gamma.
En concreto, según los científicos de la Universidad de Missouri, en ómicron se detectaron un total de 46 mutaciones nuevas.
“Descubrimos que muchas de las mutaciones en la variante ómicron están situadas justo en el lugar donde se supone que se unen los anticuerpos, por lo que estamos mostrando cómo el virus sigue evolucionando de forma que puede escapar o evadir potencialmente los anticuerpos existentes, y por tanto seguir infectando a tanta gente”, sostuvo Kamlendra Singh, profesor de la Facultad de Medicina Veterinaria y director adjunto del Núcleo de Interacciones Moleculares e investigador del Centro de Ciencias de la Vida Bond de la Universidad de Missouri.
Conocer estas especificaciones es un paso hacia adelante para el desarrollo de medicamentos (vacunas o antivirales) que logren frenar esta y nuevas variantes. Es por eso que se destaca la importancia del conocimiento científico de saber a que se están enfrentando con cada nueva cepa del Sars-CoV-2.
“El primer paso para resolver un problema es conocer mejor el problema específico en primer lugar”, señala Singh. En el informe de los científicos, que publica Infobae, se detalla que de las 46 mutaciones detectadas, unas 23 son únicas, situación que explica su alto nivel de contagio, incluso en personas con esquemas completos de vacunación.
Quizás lo que más preocupó a los científicos y lo que intentan solucionar con refuerzos de vacunas y desarrollos de nuevos antídotos, es que alguna de estas 23 mutaciones únicas fue capaz de evadir a los anticuerpos que ofrecen las vacunas y las infecciones previas.
Pero de igual forma celebran el bajo porcentaje de complicaciones en personas que ya estaban vacunadas.
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