Tal como lo adelanté en columnas anteriores, el presidente tenía decidido respaldar cuantas veces fuera necesario a Cuitláhuac García, su gobernador consentido, su proyecto de beneficencia personal: por ello pidió a Claudia Sheinbaum que también lo cobijara.

Y es que AMLO sabe que sin ayuda del centro del país, Cuitláhuac García no habría sido capaz de rebasar los tres años de su mandato, incluso de ganarle a Miguel Ángel Yunes Márquez. Por ello lo cuida tanto, por ello lo defiende a morir, porque lo ocurrido en Veracruz fue, simple y sencillamente, su victoria.

Hace unos días, y aún dentro de las constantes críticas que ha recibido Cuitláhuac García, el Presidente pidió a Sheinbaum generar un evento con el veracruzano y cobijarlo de buena manera. Y así fue: no sólo lo abrazó, sino que aprovecharon para evidenciar su alianza contra Ricardo Monreal, rumbo al 2024.

“Andrés Manuel le pidió a Claudia que abriera un espacio en su agenda, y de esa manera proyectara también su apoyo hacia Cuitláhuac”, me afirman en Palacio Nacional. “El objetivo es hacer equipo alrededor de uno de los eslabones más débiles de Morena”.

En efecto, AMLO “estará con Cuitláhuac siempre”, como lo dijo en la mañanera, al menos por lo que dure su sexenio, pues después de ello, todos habrán de “rascarse con sus propias uñas”, claro, a menos que en efecto Sheinbaum obtenga la candidatura, y después de ello, pueda ganar.

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