No va ni medio mes, del primero año, del segundo gobierno municipal de Ricardo Ahued Bardahuil y ya hay pruebas para notar que el Alcalde tiene una mano muy larga, pero no piense mal, nos referimos al alcance de su estilo político y la forma en que se difunde. Desde las primeras horas del todavía año nuevo la mano del nuevo presidente municipal se hizo notar.

Obra pública, de esa que nunca entendió su trascendencia y utilidad el Doctor Hipólito; las acciones que tanta urticaria provocaban en los científicos sociales que guiaban y aleccionaban a la ignorante sociedad xalapeña en la administración municipal anterior. Las utopías se pusieron en pausa y, como dijera mi señora madre, primero lo primero.

Lo que urgía, y Ahued lo consiguió rápidamente, era romper con su antecesor; con mensajes de un político verdadero, el Alcalde xalapeño empezó a barrer la basura de adentro para afuera y lo dejó bien claro. El primer manotazo fue entregar automóviles a la Dirección de Seguridad Ciudadana, 4 unidades que estaban adscritas a la oficina de la Presidencia Municipal, que seguramente servían para mover a Hipólito y su séquito de chamaquillos, un lujo entre la política de austeridad que tanto presumen los de la 4T, aunque Don Ricardo es ejemplo que hasta dentro del morenismo hay niveles.

Luego, el 3 de enero se inauguró una obra de pavimentación, que se sumaba a los trabajos de rehabilitación en algunas vialidades, para atender un tema de extrema dificultad y complejidad para la anterior Comuna, los baches, y de un tramo muy largo que va desde los límites con Emiliano Zapata hasta el crucero de las avenidas Lázaro Cárdenas y Araucarias.

Entre una asunto y otro, se le ha visto a Don Ricardo caminar por la ciudad, saludando y acompañando a sus compañeros del Ayuntamiento, a la base trabajadora, los de Parques y Jardines y los de Limpia Pública; con una humildad que congelaría a cualquier defensor, si todavía los hay, del estilo político de Hipólito Rodríguez Herrero.

Y hablando de sencillez y humildad, qué tal las sesiones de atención ciudadana; las puertas de la Sala de Cabildo, antes exquisito espacio de disertación sobre las más profundas teorías sociales, hoy están abiertas para los más distinguidos invitados, las y los xalapeños que buscan establecer un diálogo directo con sus autoridades municipales.

Pero el verdadero manotazo en la mesa es la puesta en marcha de una comisión especial que revisará la aplicación de recursos públicos del exalcalde Hipólito Rodríguez Herrero, ese equipo de trabajo será encabezado por la Contraloría General del Ayuntamiento xalapeño, además estará integrado por otras 18 áreas del gobierno municipal para revisar los expedientes entregados por la administración anterior.

El efecto político inmediato fue el respaldo y reconocimiento de las y los regidores, excepto una, quienes estuvieron de acuerdo en que dicha comisión obtuviera el carácter de “especial” por la cantidad de documentos que se revisarán y el número de dependencias municipales involucradas en lo que muchos ya sospechamos: subejercicio o mal uso de recursos públicos.

Ya se ve la mano de Ahued, esperamos que por el bien de su gobierno se mantenga en la misma línea y haya consecuencias legales si la revisión de la Comisión Especial así lo sugiere; también esperamos que Don Ricardo tenga la sensibilidad suficiente para empezar a sacudirse a uno que otro regidor conocidos por la sociedad xalapeña como arribistas y oportunistas, y que desde campaña se le pegaban para tomarse foto y ponerlas en espectaculares.