La Rosca de Reyes ha tenido modificaciones en los últimos años, pues ahora la piden con relleno de requesón, cajeta, mermelada de frutas, de frutos secos, y anteriormente sólo llevaban el muñeco de plástico que representa “El Niño Dios” coincidieron panaderos.
Coincidieron en señalar que el año anterior pese a que la pandemia del coronavirus había perjudicado empresas y se generado el desempleo, las familias si salieron a comprar la rosca de Reyes.
Según los panaderos la pandemia del coronavirus, hizo “más sensible” a las personas y ahora desean festejar diferentes tradiciones mexicanas en familia.
El panadero Gaspar Huerta Tepetla de la panadería Los Brujos, en el municipio de Xico con 40 años, en el oficio afirmó que el año anterior si tuvieron ventas de rosca de Reyes.
“El anterior a pesar de la pandemia estuvo bien la venta, esperemos que éste año sea igual o mejor cuando menos, la gente si salió a comprar, les gusta la rosca porque los une” expresó.
Refirió que ahora las personas no sólo compran la rosca tradicional, sino que quieren que le pongan el relleno de diversos de nutella, duraznos, y cajeta.
“Los precios de la rosca típica es de 100 pesos o más de 150 pesos, para que no se ponga muy cara nosotros mis hermanos y yo le ponemos un empaque sencillo, del mismo cartón de dónde vienen los huevos, ahí le cortamos, le ponemos un papel encima y una bolsa si pide el cliente, cuidamos mucho que no haya la contaminación” expresó.
Huerta Tepetla informó que son una familia originaria de la comunidad de San Marcos de León, pero emigraron a la cabecera municipal de Xico, y fueron los precursores de elaborar roscas desde hace 40 años en el Pueblo Mágico en la calle Melchor Ocampo número 11 en la panadería Los Brujos.
“De ahí para acá la rosca ha crecido mucho, nos sentimos muy orgullosos de haberla impulsado mucho” finalizó.
Por su parte, el panadero Clemente Hernández de la panadería San José en la colonia El Dique informó que anteriormente el cliente sólo llegaba y pedía una rosca, pero ahora exige variedad de rellenos.
“La que más nos piden es la rellena de chocolate, del que se llama Nutella, y la de requesón son las que más se llevan; todo depende del bolsillo, porque ya con relleno se eleva a 200 o 250 pesos la rosca, pero también vendemos las roscas sencillas de 90 pesos, de 140 pesos”, explicó.
En otra de las panaderías “La espiga dorada” del barrio de San Bruno, los panaderos Gabriel y Luis refirieron que la rosca siempre ha sido un motivo para reunir a la familia, y aunque sea “pequeña” la compran para conservar la tradición.
“Aquí las roscas tratamos de darlas económicas, nuestra clientela es del barrio y algunos de Tlalnelhuayocan, entonces si tratamos de venderlas en 60 pesos, 90 pesos, que no salga cara, para que la clienta pueda pagarla y puedan disfrutar su rosca con su muñequito” finalizaron.
AVC