La memoria es uno de los mecanismos fundamentales de nuestro cerebro, pues tiene la función de codificar, almacenar y recuperar información de nuestro pasado. Se trata, según Harvard Health, de un «proceso continuo de retención de información a lo largo del tiempo» que se ve afectado con la edad.
Sin embargo, existen formas en las que es posible ejercitar el cerebro para tener una mejor retención. «No existe una herramienta médica infalible que pueda retrasar la aparición de la demencia y otros problemas de memoria», declaró la doctora Julio Brody Magid, directora de la clínica de la Clínica de Evaluación de Trastornos de la Memoria del Hospital McLean, afiliado a Harvard, en una publicación. Sin embargo, existen algunos ejercicios que pueden entrenar el cerebro y mejora la memoria.
Ejercicio cardiovascular
De acuerdo con la universidad el cardio es capaz de activar una molécula llamada «factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés), el cual ayuda a reparar células cerebrales y producir «nuevas células». Este tipo de actividad física puede ayudarte si tienes incluso problemas con la memoria.
Un estudio publicado el 23 de marzo de 2021 por el Journal of Alzheimer’s Disease señaló que aquellas personas que siguieron un programa de cardio, de moderado a vigoroso, mejoraron en los resultados de las pruebas cognitivas, aún más que aquellos que solo hicieron estiramientos.
Creatividad y desafíos
Actividades como pintar, escribir, aprender algo nuevo o tocar un instrumento podrían ayudarte a mejorar tu memoria y la velocidad con la que procesas información. Este tipo de retos son importantes para reducir el riesgo de demencia y favorecer la estimulación de tu cerebro. Además, los ejercicios mentales que desafían a tu cerebro pueden ayudarte a mantener activa tu actividad cerebral, sobre todo con la práctica constante.
Dormir la cantidad de horas recomendable
Aunque no lo parezca, el dormir de más o de menos puede provocar problemas en la memoria y el pensamiento. Si no lo crees, un estudio publicado en JAMA Neurology dio a conocer resultados que confirmaron que dormir seis horas o menos por la noche, es decir, tener un sueño corto «se asoció fuertemente con el deterioro de la cognición, especialmente de la memoria», informó Harvard Health.
Por otro lado, dormir por nueve horas o más también se relacionó con problemas cognitivo ligados a la toma de decisiones. Además el sueño corto y largo estuvo ligado a un incremento en el índice de masa corporal y los síntomas de depresión
El Heraldo
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