La ciudad surcoreana de Busan firmó el pasado jueves un acuerdo histórico con ONU-HÁBITAT, el programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos centrado en la sostenibilidad ecológica, y la compañía privada Oceanix para construir el primer prototipo del mundo de una ciudad flotante autosuficiente.
La idea de construir una urbe de este tipo, que podría albergar a 10.000 personas, no es nueva y fue revelada en una mesa redonda de la ONU en abril de 2019 junto con las mencionadas entidades, el Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT, por sus siglas en inglés) y The Explorers Club.
El objetivo principal del proyecto es hacer frente al cambio climático y crear un entorno seguro que no se vería afectado por el aumento del nivel del mar, una amenaza real que actualmente enfrentan muchas ciudades costeras.
La nueva ciudad consistirá de plataformas flotantes de dos hectáreas con una capacidad para 300 personas que serían de uso mixto y servirían tanto para vivir, como para trabajar. Según el proyecto, todas las estructuras construidas no podrán elevarse por encima de siete pisos para mantener un centro de gravedad bajo y poder resistir al viento, mientras que los tejados contarán con paneles solares para satisfacer las necesidades energéticas.
La ciudad también cultivará sus propios productos, permitirá adherirse a los sistemas de residuos cero y acelerar la regeneración de su ecosistema gracias a la vida marina debajo de las plataformas.
Las plataformas se conectarán entre sí para formar clústeres alrededor de un muelle central protegido. Así, los poblados de 12 hectáreas en forma de hexágono podrán albergar a hasta 1.650 residentes, mientras que seis villas de este tipo ya podrán formar toda una ciudad de 10.000 habitantes. Todas las comunidades priorizarán los materiales de origen local para la construcción de edificios, como el bambú que crece rápido y es muy resistente.
Oceanix también destaca que serían viviendas asequibles debido a los costes de construcción reducidos.
Ante una situación en la que dos de cada cinco personas en el mundo viven dentro de una distancia de 100 kilómetros de la costa y el 90 % de las megaciudades son vulnerables ante el aumento del nivel del mar, la directora ejecutiva de ONU-HÁBITAT, Maimunah Mohd Sharif, subrayó que a las urbes no les queda otra que perder o ganar la batalla para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible y que las ciudades flotantes son una de las posibles estrategias de adaptarse al cambio climático.
«En lugar de luchar contra el agua, aprendamos a vivir en armonía con ella. Esperamos desarrollar soluciones de adaptación al clima basadas en la naturaleza a través del concepto de la ciudad flotante, y Busan es la elección ideal para desplegar el prototipo», señaló la dirigente del programa de la ONU.
A su vez, el alcalde de Busan, Park Heong-joon, destacó la necesidad de facilitar la creación de un espacio urbanístico «donde es posible la coexistencia de la gente, la naturaleza y la tecnología», sosteniendo que la ciudad que gobierna es idónea para eso.
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