Un estudio internacional liderado por el Instituto Max Planck de Psicolingüística y el Instituto Donders, ambos ubicados en Nijmegen, Países Bajos, concluye que, aunque no es posible determinar una “firma” clara en la anatomía del cerebro que pueda predecir si las personas son zurdas o diestras, sí es posible identificar determinadas variantes en las redes neuronales y en la asimetría cerebral. Por ejemplo, en partes específicas del cerebro la materia gris del hemisferio derecho tiende a ser relativamente más grande en los zurdos, para poder garantizar así el control de la mano izquierda.
Según una nota de prensa, la investigación recientemente publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), se basa en imágenes cerebrales y datos genéticos de 3.062 personas zurdas y 28.802 diestras. Este gran conjunto de datos, provenientes del Biobanco del Reino Unido, permitieron medir las asimetrías cerebrales en un amplio universo de casos, haciendo posible llegar a nuevas conclusiones sobre un tema crucial para los neurocientíficos: ¿en qué se diferencia concretamente el cerebro de las personas zurdas y las diestras?
La especialización hemisférica
Solamente el 10% de las personas son zurdas, pero hasta el momento la ciencia no ha logrado explicar por completo determinadas cuestiones relacionadas con los individuos que utilizan en mayor medida la mano izquierda. Mientras en las personas diestras el hemisferio izquierdo controla la mano derecha, en el caso de los zurdos esta situación se invierte. Al mismo tiempo, se sabe que la mayoría de las personas domina el hemisferio izquierdo para funciones relacionadas con el lenguaje, pero esto puede llegar a invertirse en un porcentaje importante de personas zurdas.
El uso preponderante de una de las manos o el dominio por igual de ambas está directamente relacionado con la asimetría cerebral: la forma en que los dos hemisferios del cerebro se especializan para diferentes funciones. Dicha especialización hemisférica es importante para el lenguaje y otras funciones cognitivas.
Sin embargo, no dejan de ser un misterio algunos aspectos relacionados con este tema: por ejemplo, muchas personas con trastornos psiquiátricos como el autismo, la esquizofrenia y la discapacidad intelectual son zurdas, pero al mismo tiempo la mayoría de las personas que dominan la mano izquierda no presentan esos trastornos.
Bases neuronales y asimetría cerebral
En el marco del nuevo estudio, en el que también participaron científicos de la Universidad de Burdeos (Francia), el Centro Vasco de Cognición, Cerebro y Lenguaje en San Sebastian (España) y la Universidad de Oslo (Noruega), han quedado más claras algunas de las bases neuronales que regulan el dominio de la mano izquierda en las personas zurdas, y sus diferencias con respecto a los diestros.
Quizás el descubrimiento más contundente es la identificación de variantes en la asimetría cerebral en áreas relacionadas con la memoria de trabajo, el lenguaje, el control manual y la visión. Algunas de estas áreas del cerebro se encuentran relacionadas directamente a genes específicos, que tendrían un papel crucial en las funciones desarrolladas.
Los especialistas pudieron verificar que los diestros difieren en promedio de los zurdos en su asimetría cerebral en diez regiones cerebrales en concreto, distribuidas ampliamente por toda la superficie del cerebro. En estas zonas, la materia gris del hemisferio derecho tiende a ser más voluminosa en las personas zurdas, considerando el incremento de los recursos neuronales que se requieren para que dicho hemisferio pueda controlar con solvencia la mano izquierda. Según los investigadores, es la primera vez que partes específicas de la anatomía cerebral se han relacionado inequívocamente con el uso de la mano izquierda.
Además, los científicos también comprobaron que las influencias genéticas sobre la mano izquierda se encuentran directamente asociadas con asimetrías cerebrales en regiones enfocadas en el lenguaje. En ese sentido, verificaron que uno de los genes implicados es NME7, que regula también las posiciones de los órganos en el cuerpo humano, como el corazón o el hígado, determinando su ubicación en el lado derecho o izquierdo, según corresponda.
EP