Rocky Balboa es un personaje que ha inspirado a muchas personas con su determinación, resiliencia y disciplina. Una de las escenas más emotivas y que te mantienen al borde del asiento es, sin duda, la última pelea en la cuarta entrega de la saga, ya que, sobre todas las cosas, pareciera ser muy real.

Esto se debe a que los actores, además de poner todo su compromiso, estaban boxeando verdaderamente, ya que Sylvester Stallone propuso que los golpes se grabaran de forma real para que la escena fuera más auténtica.

De tal forma que las expresiones de dolor, la hinchazón y la sangre escurriendo de sus caras es real; además como consecuencia de esto Sylvester tuvo que ser hospitalizado por la noche, ya que uno de los ganchos que le propinó Dolph Lundgren, quien interpretaba a Iván Drago, fue muy fuerte, de acuerdo con una entrevista hecha al actor.

“En la primera ronda, donde me derribó, eso es real. Me pulverizó y no lo sentí en ese momento, pero esa misma noche mi corazón comenzó a hincharse”, dijo en la entrevista.

Lo que le pasó al actor, se debe a que se lastimó el saco pericárdico, lo que puede compararse con lo que sucede en los accidentes automovilísticos, cuando el pecho golpea el volante.

Según lo dicho por Sylvester, llegó a sentir un ligero ardor en el pecho luego de hacer la escena, pero lo ignoró y continuó con la tercera ronda de golpes; no obstante, dijo que “más tarde, esa noche, no podía respirar muy bien”, por lo que tuvieron que llevarlo a urgencias.

Sylvester Stallone fue trasladado en un jet de Canadá al St. John’s Hospital en Santa Mónica, California, en donde estuvo internado durante 8 días mientras se recuperaba. En cuanto su salud mejoró, regresó para continuar con las grabaciones.

Este incidente enmarca a la película en la que podemos ver el emocionante enfrentamiento, en el cuadrilátero, de dos naciones: Rusia y Estados Unidos, lo que se dio durante la Guerra Fría.

Reporte Indigo

Conéctate con Formato7:

HORA LIBRE | Violencia criminal, la más grave materia pendiente