Las vemos mucho, todavía, incluso en la calle. En exteriores, las mascarillas dejaron de ser obligatorias a finales de junio, pero mucha gente sigue prefiriendo llevarla. Y en interiores las vemos siempre, porque ahí sigue siendo obligatoria. Pero, a estas alturas de pandemia, ¿siguen siendo útiles realmente? ¿Llevarla marca la diferencia cuando hay riesgo de contagio?

Si comparamos los datos de España con los de otros países donde se la quitaron hace ya meses, todo parece indicar que sí. Y ahora, además, llega un estudio que confirma su utilidad como barrera protectora. Científicos estadounidenses han estudiado cientos de casos de covid, durante siete meses, y han concluido que las mascarillas son muy importantes como elemento de protección en dos situaciones concretas, calificadas «de alto riesgo»: el contacto prolongado con una persona infectada (más de tres horas), o cuando ese contacto se da en interiores.

Encuentros de alto riesgo: en interiores o prolongados

El estudio, que se acaba de publicar, hace un seguimiento a más de 2.500 personas de California (EE.UU.) entre febrero y septiembre de este año. De los 2541 participantes, 1279 dieron positivo en covid y otros 1262 fueron grupo de control. Es decir, que para cada caso de covid, los investigadores buscaron otro participante que fuera similar en edad y sexo, pero que hubiera dado negativo.

De entre todos ellos, 854 informaron de que habían estado expuestos a alto riesgo de contagio en los 14 días previos a la prueba de covid. Concretamente, lo reportaron el 50% de los que dieron positivo y el 16% de los que dieron negativo. Todos proporcionaron detalles sobre cómo había sido el encuentro con la persona infectada, el lugar y la duración.

¿Qué situaciones se consideraron exposición de alto riesgo?

  • haber tenido contacto con el infectado en un interior: lo reportaron el 88%
  • haber tenido contacto prolongado con el infectado (durante más de tres horas): lo reportaron el 72%
  • haber tenido contacto físico con el infectado: 58% de los casos
  • el infectado era una persona con la que convivía: 46% de los casos

Sabiendo esto, añadan ahora otro dato, el más importante: el 82% de los participantes que reportaron haber estado en alguna de estas situaciones de alto riesgo de contagio no llevaban mascarilla. Ni ellos ni el infectado, mientras se produjo la interacción. Y recuerden: en la gran mayoría de los casos (el 88%), ese contacto se había producido en un interior.

La mascarilla reduce a la mitad la probabilidad de infectarse

Tras analizar los datos y hacer ese seguimiento durante siete meses, los investigadores concluyen que “el uso de mascarillas, cuando los participantes estuvieron expuestos a situaciones de alto riesgo de contagio, redujo las probabilidades de infección en un 48%”. Las mascarillas “confirman su utilidad» para prevenir la transmisión del SARS-CoV-2, como asegura en Nature uno de los autores del estudio, Joseph Lewnard, epidemiólogo de la Universidad de California.

Los autores del estudio explican que el mayor beneficio de las mascarillas se da, precisamente, en esas exposiciones de alto riesgo a la covid: las que duran más de tres horas, ocurren en interiores o involucran a una persona de otro hogar. Los participantes expuestos a alguien infectado tenían un 48% menos de probabilidades de infectarse si habían usado mascarilla. Aun en el caso de estar vacunados, afirman.

Este último matiz es importante, porque hay que tener en cuenta que el 70% de los participantes que informaron de haber estado expuestos a ese alto riesgo de contagio (854) no estaban vacunados en ese momento. Sólo el 19% había recibido la pauta completa. Otro 9% estaba parcialmente vacunado.

Por ello, los investigadores advierten de que la mascarilla es “especialmente importante para las personas que aún no han sido vacunadas”. Mascarilla y vacunas se confirman, así, como las dos herramientas clave en la protección frente a la covid. Y esto es algo que corroboran también los datos epidemiológicos actuales de España y de otros países europeos.

Países con mascarilla, países sin mascarilla

España es el país europeo que más ha contenido la incidencia de covid, actualmente. Con datos que la sitúan en torno a los 50 casos por 100.000 habitantes, apenas sobrepasados puntalmente en los últimos días. Esto, en una Europa que se ha convertido en el nuevo epicentro de la pandemia, según la OMS, y en la que varios países están sufriendo un importante repunte de casos. En Reino Unido, por ejemplo, la incidencia está disparada: 873 casos por 100.000 habitantes. En Alemania ya pasa de los 300.

¿Qué diferencia a España de estos países? Por un lado, la alta tasa de vacunación. El 78,7% de la población española tiene ya la pauta completa. Pero la mascarilla también puede estar siendo clave en esa baja incidencia.

Hace un mes que se levantaron las restricciones en nuestro país. Pero España, a diferencia del resto de países, mantiene el uso de la mascarilla, salvo en exteriores cuando se pueda mantener la distancia de seguridad. Es decir, la mascarilla sigue siendo obligatoria, aquí, en todos los espacios interiores. No lo es, por ejemplo, en Alemania, Reino Unido o Francia.

En los países donde la incidencia se ha disparado de nuevo, el uso obligatorio de mascarilla se fue abandonando, ya antes del verano. Y Alemania, ahora, con una incidencia de 306 casos por 100.000 habitantes, está batiendo récords de contagios cada día. Las autoridades sanitarias alemanas han alertado de «una pandemia entre los no vacunados» y han abierto la puerta a recuperar ciertas restricciones para ellos. Los vacunados no llegan al 70% de la población en ese país.

Francia, con una incidencia de 117 y una media de 2.000 casos diarios, está dando marcha atrás con la mascarilla, en ciertas circunstancias: ha decidido retomar su uso obligatorio en los colegios de primaria, en las zonas donde hay mayor transmisión del virus.

Otros países, como Países Bajos o Dinamarca, también fueron de los primeros en levantar medidas de protección. Hoy registran una incidencia de 450 casos por 100.000 habitantes en el caso de Países Bajos, y 313 en el caso de Dinamarca. Cifras desorbitadas si las comparamos con las de España. El experto en Salud Pública Joan Carles March tiene claro que la mascarilla está siendo clave en todo esto. «En interiores son fundamentales y no tenemos que olvidarlas. Es imprescindible llevarlas siempre en estos espacios, en los que existe más riesgo de infección», señalaba esta semana en declaraciones a NIUS.

Los autores del estudio explican que el mayor beneficio de las mascarillas se da, precisamente, en esas exposiciones de alto riesgo a la covid: las que duran más de tres horas, ocurren en interiores o involucran a una persona de otro hogar. Los participantes expuestos a alguien infectado tenían un 48% menos de probabilidades de infectarse si habían usado mascarilla. Aun en el caso de estar vacunados, afirman.

Este último matiz es importante, porque hay que tener en cuenta que el 70% de los participantes que informaron de haber estado expuestos a ese alto riesgo de contagio (854) no estaban vacunados en ese momento. Sólo el 19% había recibido la pauta completa. Otro 9% estaba parcialmente vacunado.

Por ello, los investigadores advierten de que la mascarilla es “especialmente importante para las personas que aún no han sido vacunadas”. Mascarilla y vacunas se confirman, así, como las dos herramientas clave en la protección frente a la covid. Y esto es algo que corroboran también los datos epidemiológicos actuales de España y de otros países europeos.

Países con mascarilla, países sin mascarilla

España es el país europeo que más ha contenido la incidencia de covid, actualmente. Con datos que la sitúan en torno a los 50 casos por 100.000 habitantes, apenas sobrepasados puntalmente en los últimos días. Esto, en una Europa que se ha convertido en el nuevo epicentro de la pandemia, según la OMS, y en la que varios países están sufriendo un importante repunte de casos. En Reino Unido, por ejemplo, la incidencia está disparada: 873 casos por 100.000 habitantes. En Alemania ya pasa de los 300.

¿Qué diferencia a España de estos países? Por un lado, la alta tasa de vacunación. El 78,7% de la población española tiene ya la pauta completa. Pero la mascarilla también puede estar siendo clave en esa baja incidencia.

Hace un mes que se levantaron las restricciones en nuestro país. Pero España, a diferencia del resto de países, mantiene el uso de la mascarilla, salvo en exteriores cuando se pueda mantener la distancia de seguridad. Es decir, la mascarilla sigue siendo obligatoria, aquí, en todos los espacios interiores. No lo es, por ejemplo, en Alemania, Reino Unido o Francia.

En los países donde la incidencia se ha disparado de nuevo, el uso obligatorio de mascarilla se fue abandonando, ya antes del verano. Y Alemania, ahora, con una incidencia de 306 casos por 100.000 habitantes, está batiendo récords de contagios cada día. Las autoridades sanitarias alemanas han alertado de «una pandemia entre los no vacunados» y han abierto la puerta a recuperar ciertas restricciones para ellos. Los vacunados no llegan al 70% de la población en ese país.

Francia, con una incidencia de 117 y una media de 2.000 casos diarios, está dando marcha atrás con la mascarilla, en ciertas circunstancias: ha decidido retomar su uso obligatorio en los colegios de primaria, en las zonas donde hay mayor transmisión del virus.

Otros países, como Países Bajos o Dinamarca, también fueron de los primeros en levantar medidas de protección. Hoy registran una incidencia de 450 casos por 100.000 habitantes en el caso de Países Bajos, y 313 en el caso de Dinamarca. Cifras desorbitadas si las comparamos con las de España. El experto en Salud Pública Joan Carles March tiene claro que la mascarilla está siendo clave en todo esto. «En interiores son fundamentales y no tenemos que olvidarlas. Es imprescindible llevarlas siempre en estos espacios, en los que existe más riesgo de infección», señalaba esta semana en declaraciones a NIUS.

niusdiario.es

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