Cientos de fieles procedentes de diferentes municipios llegaron a la Catedral Metropolitana para festejar al Santo Rafael Guízar Valencia y agradecerle por la salud, por el negocio, por la vida, y el trabajo que les dio.

Afuera de la catedral en las escalinatas y sobre la plaza Lerdo se vive una romería con la visita de los feligreses que desean visitar la tumba del Santo, y por los vendedores de veladoras, rosarios, plantas, collares, bolsas, tamales y pan.

A los feligreses se le suman las familias y parejas de novios que asistieron a tomarse fotografías con las figuras gigantes de catrina y el catrín colocados por el gobierno de Veracruz en alusión a las festividades de días de muertos.

Adentro de la iglesia, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Xalapa, José Rafael Palma Capetillo, celebró la misa en honor a Rafael Guízar Valencia, y ahí los feligreses refrendaron su fe por el hombre nacido en Michoacán, pero que desarrolló su vida sacerdotal en Xalapa, estado de Veracruz.

En la misa, el obispo auxiliar expresó que los religiosos están convencidos de su fe, por ello acudieron este domingo a llevarle flores, veladoras, y hacerle oraciones.

“Celebrar a San Rafael no es una festividad cualquiera, sino la fiesta de la Arquidiócesis, de la familia, de Dios que peregrina en estas tierras veracruzanas y que conmemora con gozo y gratitud la enseñanza, el ejemplo y la fidelidad de un pastor insigne que transparentó la imagen de Cristo” expresó.

Finalmente recordó que Rafael Guízar sufrió persecuciones, pero a él le ayudó su amor por Dios, “cargó una cruz muy pesada, sobre todo en los momentos de persecución ante las presiones e injusticias que soportó en el nombre de Jesús”.

AVC/Verónica Huerta

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