Posiblemente en un principio, cuando el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara Federal de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, comenzó a recorrer el estado y a presidir reuniones de trabajo con diversas organizaciones de productores, empresariales, políticas y sociales, los integrantes del gabinete de gobierno en el estado no tomaron en serio este asunto. Y pese a que en cuestión de una semana el minatiteco ya estaba en los medios de comunicación, lo desairaron o les dieron instrucciones desde el centro del país para que lo dejaran trabajar en la encomienda que trae. Pero alguien menos lerdo que ellos, más avispado o menos arrogante les debió advertir del éxito de los recorridos del diputado y de lo que puede lograr al demostrar con la presencia de tantos veracruzanos, que lo buscan para plantearle problemas que se debieron resolver desde hace tiempo y el gobierno los ignora, abrieron los ojos y comenzaron el ataque: primero prohibieron a los alcaldes recientemente electos de Morena, asistir a una de esas reuniones, so pena de perder la alcaldía, comenzarán a saquear desde el primer minuto del mes de enero del año entrante. Los asustados alcaldes han hecho caso, al pie de la letra, y no van aunque los inviten. Por otra parte circula en los medios políticos de Morena que Sergio Gutiérrez Luna es en realidad un adversario que viene a tratar de relevar al gobernador Cuitláhuac García a medio periodo, o a trabajar para ser el candidato a sucederlo en el cargo dentro de cuatro años. A su manera, rudimentaria y corriente, combaten al destacado político sureño mientras quienes le entienden a sus planteamientos y ven en él a un buen cuadro, como es el sindicato de académicos de la UV que dirige el ingeniero Enrique Levet Gorozpe, aceptan reunirse con Gutiérrez Luna y hablar del futuro político inmediato del estado, lo que pasa es que entre ellos hablan el mismo lenguaje, los chairos no saben de civilidad política.