Apenas 24 horas después de que el canciller Marcelo Ebrard, dijera a Joaquín López Dóriga que buscará la candidatura de Morena a la presidencia de la República y que esta vez no declinará, la Fiscalía General de la CDMX dio conocer el dictamen donde se especifica que el colapso de la Línea 12 del Metro se debió a fallas de diseño y construcción de la obra.

¿Coincidencia? Por Dios, en política no existe esa palabreja.

La titular de la FGJ, Ernestina Godoy Ramos, informó que luego de las conclusiones a las que llegó la investigación realizada por esa dependencia, se cuenta con “elementos para imputar a una serie de personas morales y físicas que tuvieron bajo su cargo asegurar que las causas del colapso no se presentaran”.

El vocero de la FGJ, Ulises Lara, dijo que los resultados de la Fiscalía coinciden con el informe de la empresa noruega DNV: errores de construcción y diseño tales como falta de pernos o pernos mal colocados y en condiciones deficientes, con patrones irregulares de ubicación; falta de fusión de pernos con las vigas de acero, etc.

Debido a lo anterior la FGJ está por realizar las primeras detenciones.

¿Sobre quienes irán? Esa es la gran incógnita, a pesar de que Godoy dijo que irán contra personas físicas y morales, se teme que caigan en prisión los pobres soldadores que hicieron la chamba en ese tramo que costó la vida de 26 personas e hirió a 98.

Pero el calambrazo también lo recibió Marcelo Ebrard que fue quien ideó, promovió y patrocinó la obra que tuvo un costo de 1,300 millones de dólares y se hizo en el tiempo récord de dos años (2010 a 2012) cuando fungió como Jefe de Gobierno del Distrito Federal.

Hay evidencias de que presionó a las constructoras para que aceleraran los tiempos a fin de que él y nadie más inaugurara su obra insignia, su Línea Dorada, lo que al final sucedió.

Después del accidente ocurrido el 3 de mayo, el diario The New York Times hizo una investigación por su cuenta y concluyó que éste se debió entre otras cosas a que “la premura en la obra condujo a un proceso frenético de construcción que empezó antes de que se completara un plan ejecutivo y produjo una Línea del Metro con fallos desde el inicio”.

Y son varios los índices que apuntan a que la premura salió de la oficina de Marcelo Ebrard. Quizá el testimonio del diario no cuente en un juicio contra los presuntos responsables, pero sí contará el informe de DNV y el de la Fiscalía capitalina que hablan exactamente de lo mismo.

No quiero parecer petulante lector, pero se los dije.

El 1 de octubre escribí en mi columna que apenas Marcelo Ebrard asomara la cabeza manifestando su intención de contender por la presidencia, López Obrador daría a conocer el informe sobre la Línea 12 del metro y lo aplastaría.

El canciller aceptó el miércoles en el noticiero de López Dóriga que irá y que no declinará por nadie. Y 24 horas después la Fiscalía de la CDMX dio a conocer su informe sobre la tragedia donde si bien no lo acusa directamente, sí le arrima muy feo el caballo.

López Obrador aún no ha aplastado a su eficiente Secretario de Relaciones Exteriores (sin duda el mejor elemento del gabinete), pero lo tiene a su merced. Igual que un tigre cuando acorrala a un cervatillo.

Marcelo lo confirmó este jueves.

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