Hace un año, en octubre de 2020, el PRI sorprendió porque después del avasallamiento de Morena en las elecciones presidenciales de 2018, el partido tricolor arrasó en los comicios de diputados locales en los 16 distritos de Coahuila y se llevó 32 de las 84 alcaldías de Hidalgo, ambos estados gobernados por el Revolucionario Institucional.

Estos resultados hicieron creer a los priistas que de la mano de su flamante dirigente nacional Alejandro Moreno Cárdenas, electo apenas un año antes, su partido emprendía la ruta hacia la recuperación del poder.

Sin embargo, ocho meses después, el 6 de junio pasado, recibieron tremendo frentazo, pues ni aliados con el PAN y PRD pudieron contener a Morena, que junto con el PT y PVEM se llevó la mayoría de diputaciones federales, gubernaturas y congresos locales.

El presidente Andrés Manuel López Obrador conoce bien el ADN del PRI, partido del que fue dirigente en Tabasco y al cual renunció en 1988 cuando le negaron la candidatura a gobernador. Sabe que es el aliado que más le conviene, no sólo ahora que requiere al menos de otros 50 votos para alcanzar la mayoría calificada que constitucionalmente se exige para aprobar su reforma eléctrica en la Cámara de Diputados sino también porque en la sucesión presidencial de 2024 necesitará un candidato postulado por el priismo para atomizar el voto opositor.

Por eso no cesa en su empeño de fracturar principalmente la alianza del PRI con el PAN, el principal adversario electoral e ideológico del obradorismo. El PRD, partido del que fue dirigente nacional y dos veces candidato presidencial, no le preocupa al líder de la 4T ya que prácticamente está en proceso de extinción. Inclusive Acción Nacional no está en su mejor momento, pues en las elecciones de junio de este año solamente retuvo las gubernaturas de Chihuahua y Querétaro. El domingo antepasado, al pronunciar su primer discurso como presidente reelecto ante el Consejo Nacional panista, Marko Cortés advirtió a los consejeros que en 2022, de los seis estados que elegirán gobernadores, únicamente son favorecidos por las encuestas actuales en la pequeña entidad de Aguascalientes.

Ante este deplorable panorama para el panismo, Cortés llamó a sus correligionarios y a los ocho aspirantes presidenciales que enlistó, a poner los pies en la tierra, a evitar simulaciones y a hacer a un lado las ambiciones personales para impedir la entrega de Durango, Quintana Roo y Tamaulipas, donde actualmente gobierna su partido.

El dirigente nacional del PAN sigue esperanzado en que el PRI respete los acuerdos del bloque opositor “Va por México” y rechace la reforma eléctrica de AMLO, quien muy astutamente, a través de sus operadores legislativos, ya cedió al partido tricolor en la Cámara de Diputados las presidencias de la Junta de Coordinación Política y de la Comisión de Gobernación, las cuales asumieron coincidentemente el ex gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, y el líder priista Alejandro Moreno.

“Amlito”, como le llaman al ex mandatario campechano sus malquerientes, sabe que la morenista Layda Sansores, su sucesora en la gubernatura, alista expedientes sobre su enriquecimiento inexplicable. Y es que según publicó el diario Reforma desde julio de 2019, la Fiscalía General de la República (FGR) le había abierto una investigación a Moreno Cárdenas por la adquisición de 16 inmuebles, entre ellos una residencia de más de 46 millones de pesos en Campeche.

¿Acaso fue casual que el escritor y consejero nacional de Morena, Paco Ignacio Taibo II, expresara este domingo con mucha seguridad que “vamos a ganar la reforma, nos los vamos a chingar”?

Falleció el doctor Hilario Ruiz

Por personas muy cercanas al doctor Hilario Ruiz Zurita nos enteramos que lamentablemente el ex presidente municipal de Martínez de la Torre, quien siempre se distinguió por su nobleza humana y bonhomía, había fallecido la noche de este lunes en la ciudad de Puebla, donde había sido internado desde hace un par de semanas.

A sus familiares y amigos les expresamos nuestras sinceras condolencias. Descanse en paz.