Ella tiene un carisma y una sonrisa espectaculares. La recuerdo siempre alegre y amable con todo el mundo y con cada persona. La conocí por amigos y familiares hace muchos años aquí en Xalapa, y siempre nos unió nuestra francofilia. Ella es Ximena Velasco.
Ahora Ximena es lo más cercano a una verdadera embajadora cultural de Veracruz y de México en Francia. Fundó y dirige el Festival ¡Qué Gusto!
Por ello Ximena Velasco es hoy en día una de las mujeres xalapeñas que están destacando en el extranjero y que están llevando la riqueza cultural veracruzana al centro de la vida cultural de París, con este Festival gastronómico.
En este mes que se celebra el Día Internacional del Chef, el 20 de octubre, Ximena nos recuerda, con su entusiasmo y su alegría de siempre, que México tiene una presencia importantísima en la cultura culinaria moderna del mundo.
¡Qué Gusto! https://festivalquegusto.com/la-culture-mexicaine-a-lhonneur-sur-le-toit-terrasse-du-musee-du-quai-branly/ es un espacio para promover en Francia la cultura gastronómica mexicana, al tiempo que busca dar a conocer a México como un destino culinario. Tanto la plataforma digital como el Festival, ofrecen al público francés una visión actual del México de hoy, al mismo tiempo que destacan su patrimonio cultural.
Pero esta iniciativa de Ximena no se queda solamente en la organización del Festival ¡Qué Gusto!, sino que también busca intercambios culturales y económicos entre chefs franceses y francesas con chefs mexicanos y mexicanas, sus restaurantes y el público a ambos lados del Atlántico.
Un ejemplo de ello fue la organización, el pasado 30 de septiembre, del Festival en la azotea del museo “Quai Branly – Jacques Chirac” para una velada y viaje culinario, en el contexto de la exposición “Los Olmecas y las Culturas del Golfo de México”, en el restaurante “Les Ombres”, donde se ofreció una cena de platos tradicionales mexicanos, mano a mano con el chef Rui Martins, del restaurante “Les Ombres”, y la chef mexicana Lydia González, restaurante parisino “Itacate”.
La exposición “Olmecas y las Culturas del Golfo de México” terminó el pasado 3 de octubre con esta cena, en una noche espectacular parisina con el transfondo de la Torre Eiffel, gracias a Ximena Velasco y su empresa cultural.
Veracruz tiene una historia importante con Francia. Independientemente de la invasión francesa y la Guerra de los Pasteles, que son parte de la historia política de México, en Veracruz albergamos una inmigración de franceses y francesas en el siglo XIX que en las últimas décadas se tradujo en intercambio y hermandad.
En 1983, Yo mismo estuve en los primeros momentos de este intercambio entre Champlitte y Jicaltepec, San Rafael, cuando estuve viviendo en Besancon, en el Franco Condado. Recuerdo maravillado que estuvimos, con Susana Maldonado quien asistió como representante de la Embajada de México en Francia, en los festejos de “Saint-Vicent” en Champlitte, en la Haute-Saone. Todavía conservo el menú de cinco platos que guardo en uno de los libros del historiador francés Jean-Christophe Demard, quien documentó esa “aventura” francesa a México (sic) en el silgo antepasado.
Me da muchísimo gusto que Ximena esté haciendo esto ahora. Me parece que, dada nuestra propia historia con esta inmigración francesa en Veracruz, este Festival podría expandirse a las ciudades del interior de Francia para que no sólo en Paris brille nuestra cultura culinaria, como podría ser en el mismo Besancon, o en Lyon, Marsella, Toulouse, esta última ciudad donde viven otros dos jóvenes xalapeños y talentosos: Ana Velasco y Juan Carlos Márquez, quienes podrían apoyar a Ximena a expandir el Festival ¡Qué Gusto!, a estas otras capitales culturales de Francia.
También me parece que este tipo de iniciativas y festivales pueden resultar como un ejemplo, y caso de éxito, para que aquí mismo en Veracruz retomemos estos intercambios culturales y gastronómicos desde una sociedad civil cada vez más interconectada por las redes sociales.
En este mundo donde los países están enfrentando olas imparables de inmigración se nos olvida que, a través de los siglos, ambos continentes, europeo y americano, se han llenado de migrantes de todo el mundo, lo cual nos enfrenta a nuevas olas de discriminación, racismo y odio, pero, al mismo tiempo y muchas veces imperceptible e inevitablemente, nacen nuevas fusiones, culturas, realidades, mestizajes, que a la larga traerán nuevas familias, empresas, ciudades, artes, recetas, comidas.
Se nos olvida que todos venimos de alguna migración pasada. La comida, la gastronomía, la cultura gastronómica son espejos y reflejos de una cultura en particular, pero también de muchas otras que las anteceden y acompañan.
Mi bisabuela María Levet “Mamame”, era inmigrante francesa. Los platos de comida y postres que ella hacía ya no existen. No existen sus recetas, ni fotos, ni relatos. Sería formidable que hoy tuviera en mis manos esas recetas. Pero hoy, a través de intercambios culturales como el de Ximena Velasco, y la documentación de los mismos, podríamos ir reconstruyendo y decontruyendo, la realidad (y las nuevas fusiones) de este patrimonio cultural inmaterial que es nuestra gastronomía.
Gracias Ximena por tu iniciativa que, estoy seguro, seguirá creciendo y aportando a una nueva etapa en la comprensión de nuestra condición humana desde culturas distintas, pero al mismo tiempo, esencialmente universales y globales, como el gusto por el buen comer y el gusto por el convivir con mucho gusto y con ¡Qué Gusto!
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