Este domingo, a través de su cuenta de Twitter, el diputado federal por el distrito electoral de Coatepec, Pepe Yunes Zorrilla –el único priista que ganó la elección en junio pasado en Veracruz–, tácitamente anunció por adelantado que su voto será en contra de la reforma del sector eléctrico, al expresar que “después de una primera revisión a la iniciativa de reforma constitucional en materia eléctrica, ésta cancela la competencia en perjuicio del usuario, general incertidumbre al suprimir reguladores y contratos previos y compromete las finanzas públicas y la inversión en el sector”.

El ex candidato a gobernador es uno de los diez legisladores del PRI que están en la mira de la opinión pública porque en 2013 –unos como senadores y otros como diputados federales– aprobaron la reforma energética del ex presidente Enrique Peña Nieto y ahora están siendo presionados para avalar la contrarreforma que acaba de enviar la semana anterior el presidente Andrés Manuel López Obrador al Congreso de la Unión.

De ahí que no parezca ser casual que este sábado la Fiscalía General de la República (FGR) filtrara a La Jornada, el diario capitalino más obradorista, una tercera declaración que ante el Ministerio Público federal realizó el ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, en la que implica en millonarios sobornos a amigos y ex funcionarios peñistas muy allegados a Pepe Yunes, quienes en 2012 lo promovieron al Senado y luego, al término del sexenio, lo impulsaron a la gubernatura de Veracruz.

Lozoya no solo ratificó que entregó 6 millones 800 mil pesos al ex dirigente y ex candidato del PAN a la Presidencia de la República, Ricardo Anaya Cortés, con el propósito de aprobar la reforma energética, sino que también señaló que de 84 millones de pesos que dio el consorcio brasileño Odebrecht como parte de los sobornos entregados a autoridades mexicanas para el otorgamiento de contratos, “una parte fue entregada a José Antonio González Anaya, José Antonio Meade Kuribreña y Carlos Treviño Medina”.

Según la declaración del ex director de Pemex, los mencionados “promovieron la continuidad del contrato de Etileno XXI, parte se le distribuiría a los senadores del PAN, al PRI o personas que Luis Videgaray me indicase”.

Respecto al dinero entregado por Odebrecht, “expresamente Videgaray me dijo que el punto de negociación era claro, si no se revisaba y daba continuidad al contrato de Etileno XXI, Luis Videgaray iba a poder obtener de Brasken/Odebrecht la cantidad de 84 millones de pesos” que representaban el adeudo que dicha empresa tenía por el otorgamiento del contrato que desde el sexenio del expresidente Felipe Calderón se formalizó con Etileno XXI, una planta petroquímica construida por el consorcio carioca en la región de Coatzacoalcos.

Quienes conocen la honestidad y congruencia de Pepe Yunes aseguran que difícilmente lo harán cambiar de opinión.

Para aprobar la contrarreforma eléctrica del presidente López Obrador, Morena necesitaría el voto a favor de 333 de los 500 diputados, si es que el día de la sesión acudieran todos. Y es que junto con sus aliados PVEM y PT sólo suma 277 en total, por lo que requeriría el apoyo de al menos 56 priistas, ya que el PAN tiene 114 legisladores, Movimiento Ciudadano 23 y PRD 14, que difícilmente los respaldarán.

Sin embargo, si en su momento el pleno sesionara con poco más del quórum mínimo de 251 diputados –en caso de que algunos priistas, panistas, perredistas o emecistas se “enfermaran” o fueran al baño a la hora de la votación, como a veces suele suceder–, entonces sí pudiera ser posible que Morena lograra cumplirle al Presidente al menos en la Cámara baja del Congreso de la Unión, porque en el Senado quizá el bloque opositor pudiera congelarla con el beneplácito del líder senatorial Ricardo Monreal, quien este domingo nuevamente advirtió que en 2024 podría haber ruptura en su partido si no hay piso parejo en la contienda interna por la candidatura presidencial.