Dice la máxima “en política lo que parece, es”; y lo que vimos gracias a las redes sociales y medios de comunicación el pasado 15 de septiembre, en el evento del Grito de Independencia, fueron fotografías de invitadas e invitados de varios niveles que son parte del círculo de confianza del gobernador de Veracruz Cuitláhuac García Jiménez.
Al estilo de otros gobiernos se dispusieron espacios exclusivos para los VIP de la 4T, tacuches, vestidatzos, pestañatzas, pelatzos, tacones altos, mocasines deslumbrantes, la pompa política en el marco de un festejo patrio que se volvió un evento privado. No sabemos a ciencia cierta si hubo botana y líquidos para el brindis, pero el protocolo incluyó un espacio de tiempo para tomarse la foto con el Jefe, la fila no era muy larga, pero todos presumieron en su face y otras redes el privilegio de estar hombro con hombro con el gobernador de Veracruz.
Dejando las trivialidades a un lado, es destacado el hecho de que el alegre convivio estuvo integrado por titulares de despacho pero también por funcionarias y funcionarios de bajo perfil, incluso de otros poderes; hubo de todo, en buen sentido. Ya no es novedad entre la ciudadanía que Cuitláhuac García Jiménez armó un equipo de trabajo en el que predomina, sobre la experiencia y formación profesional, la amistad y confianza personal, hay amigas y amigos del gober en puestos clave, personas que lo han acompañado desde sus primeras caminatas por la entidad buscando el voto, desde que eran repartidores de periódico, Regeneración.
Los que destacan por resultados no cambian, José Luis Lima Franco con las finanzas sanas; Zenyazen Escobar contra viento y marea, intereses sindicales sombríos, la polémica del regreso a clases y una infraestructura escolar que se mejora, matando grilla con trabajo; del Poder Legislativo el singular diputado Cazarín, quienes han encumbrado como el “operador estrella” por encima del secretario de gobierno Eric Cisneros. Y párele de contar.
Regresando a la pasada noche del 15 de septiembre, sabemos que algunos asistentes llegaron por invitación directa del titular del ejecutivo, y esas invitaciones son indicaciones cuando se trata de una comunicación directa; ahí es donde viene una selecta lista de directivas y directivos de bajo perfil pero que están en el radar de García Jiménez, como la Oficial Mayor de la SEV Ariadna Selene Aguilar, su cargo es de suma importancia en la Secretaría de Educación y con las subsecretarías han sumado fuerte en favor del proyecto de la 4T con Zenyazen Escobar; también estuvo Arturo Márquez, asesor fundamental en el trabajo de la oficina de García Jiménez, algunos subsecretarios de SEFIPLAN y SEV, no podía faltar Zepeta.
Otro ejemplo, y de un poder “independiente”, es la Directora General de Administración del Poder Judicial de Veracruz, Joana Marlene Bautista Flores; quien está aguantando los vientos en contra teniendo a su cargo las finanzas de un Poder Judicial en crisis, pero que sigue operando, incluso creciendo en infraestructura; Bautista ha sido blanco de críticas en los medios, han circulado versiones inverosímiles sobre su vida privada, lo que pareciera fuego amigo desde áreas del PJEV que no quieren salir de su zona de confort y ponerse a trabajar. Parece que en esa noche del grito estuvieron todos los que son.
En poco tiempo Cuitláhuac García Jiménez presentará su tercer informe de gobierno, lo que marca siempre una coyuntura política y abre paso a cambios en favor del trabajo desde el Ejecutivo, del círculo de confianza del gobernador comienza a surgir otro de personalidades que están en los ánimos de un Cuitláhuac urgido de funcionarios que no confundan la amistad con el trabajo, y honren su cercanía con él a través de resultados.
Viene también un reacomodo con la entrada en funciones de la próxima Legislatura, todo obligaría a poner en buen nivel los aparatos de impartición de justicia y administración pública, justamente donde ya urge una sacudida es en la Presidencia el Poder Judicial y la circunstancia podría darse si las nuevas diputadas y diputados son capaces de analizar lo que la Magistrada Presidenta Isabel Romero ha hecho y dejado de hacer, por sus errores la percepción del trabajo en el PJEV es negativa, llevándose entre las patas el trabajo de cientos de ciudadanas que laboran diariamente ahí, sin deberle nada a ella.