Para F y D
La magia existe, la hallé al mirarte. Fue en tus ojos que descubrí los secretos del universo, a las estrellas Pléyades y a los miles de cosmos en una sola realidad. La magia fue una semilla, el primer latido, la mano abriendo y cerrando, tú en mi regazo, en el regazo de tu madre, tú cargando la divinidad de la creación, tú siendo todo.
La magia te cree, tú la manifiestas. La noche y el día se conjugan en tu mente, eres la verdad entre dogmas y materias irreales porque, dentro de toda la retórica, la vida, la muerte, lo único que existe es la magia y ella es porque existes tú.
Ni los fantasmas ni las mil muertes son cadenas de tus alas, eres tú quien las somete, quien a la muerte ata con hierro, con el hervor de tu sangre donde, en cada glóbulo, palpita la magia.
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