La estrella del boxeo Manny Pacquiao dijo el domingo que se presentará como candidato a la presidencia de Filipinas el próximo año, después de arremeter contra la corrupción en el gobierno y lo que él llama la relación amistosa del presidente Rodrigo Duterte para con China.

Pacquiao aceptó la candidatura de sus aliados políticos durante la asamblea nacional del bando que lidera en el partido gobernante PDP-Laban, días después de que una facción rival propuso al antiguo ayudante de Duterte, el senador Christopher “Bong” Go, como su candidato presidencial.

La facción propuso a Duterte para la vicepresidencia, un movimiento que los críticos calificaron de táctica de Duterte para conservar el poder.

Go rechazó la candidatura, pero el quiebre entre las facciones de Pacquiao y Duterte se ha profundizado.

“Soy un luchador y siempre lo seré dentro y fuera del ring”, dijo Pacquiao, de 42 años y senador, en un discurso transmitido en directo durante la asamblea. “Acepto su nominación como candidato a presidente de la República de Filipinas”.

La facción de Pacquiao no ha expresado su apoyo a la candidatura de Duterte a la vicepresidencia. La Constitución prohíbe a Duterte presentarse a un segundo mandato de seis años como presidente.

Pacquiao, uno de los mejores boxeadores de todos los tiempos y el único hombre que ha ganado títulos mundiales en ocho divisiones diferentes, no dijo nada sobre la continuidad de su carrera profesional de 26 años.

A pesar de su popularidad, Pacquiao está por detrás de los favoritos en las encuestas de opinión, que han sido encabezadas constantemente por la hija de Duterte, Sara Duterte-Carpio.

En julio, Pacquiao había perdido el liderazgo del PDP-Laban, semanas después de desafiar a Duterte por su posición sobre China y frente a la corrupción, pero su destitución fue rechazada por su facción.

AVC

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