Cuando el 5 de agosto el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), dio a conocer que la pobreza en México aumentó un 7.3% al pasar de 51 millones de pobres en 2018 a 55 millones 700 mil en 2020, un furibundo Andrés Manuel López Obrador descalificó la información.
Fiel a su costumbre dijo que tenía otros datos, datos que también fiel a su costumbre no mostró. Realmente molesto, manifestó que su política de bienestar ha sido uno de los aciertos más positivos en la historia del país ya que como nunca antes se está atendiendo a los pobres.
Pero los 4 millones 700 mil que ha fabricado su gobierno en apenas dos años son reales y ahí están. Eran personas de la clase media a las que mandó al piso de abajo.
Otro dato que no le gustó del CONEVAL es que cuando llegó al poder había 7 millones de mexicanos en pobreza extrema y dos años después hay 10 millones 800 mil.
¿Y cómo anda Veracruz en ese tema? Anda por la calle de la tristeza.
En tiempos de Patricio Chirinos 3 de cada 10 veracruzanos eran pobres. En tiempos de Miguel Alemán el porcentaje subió a 4 de cada 10 y ahí se mantuvo durante las administraciones de Fidel Herrera, Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes. Pero con la 4T la pobreza se disparó.
El Observatorio de Finanzas Públicas y Desarrollo Regional de la Universidad Veracruzana, acaba de dar a conocer que con 4 millones 700 mil pobres, Veracruz ocupa el segundo lugar nacional en ese renglón, sólo debajo de la Ciudad de México que tiene 8 millones 343 mil pobres.
“Esto significa que más de la mitad de la población del estado, el 58.6%, se encuentra en esta adversa situación. Lo que equivale a decir que 6 de cada 10 veracruzanos son pobres”, dice el informe del Observatorio sobre la pobreza en 2020.
Es decir, comparativamente hablando Veracruz supera en número de pobres a estados que padecen de pobreza crónica como Chiapas que tiene 4 millones 218 mil pobres; Oaxaca que cuenta con 2 millones 570 mil y Guerrero que tiene 2 millones 363 mil, sigue diciendo el informe del Observatorio que se apoya en datos del CONEVAL.
Esto indica que uno de los logros de la 4T ha sido poner a Veracruz por debajo de entidades que han padecido por generaciones de enormes carencias y cuya pobreza es ancestral. Caray, ¡felicidades! En apenas 24 meses lograron lo que no pudieron hacer en 88 años los neoliberales corruptos y ladrones de antes.
Sin andar con rodeos, esto es algo inaudito, vergonzoso y triste. Algo que los veracruzanos no imaginaron ni en sus peores pesadillas.
Este lunes apareció una nota donde se anuncia que Veracruz recuperó 4 mil 385 empleos formales en agosto, la cifra más alta del año según estimaciones del IMSS. Pero por mucho que te quieran dorar la píldora lector, lo cierto es que en Veracruz hay pobreza y no hay empleos.
Vergüenza debería darles presumir esos 4 mil 385 empleos cuando el INEGI reveló en su informe trimestral de mayo, que se han perdido más de 200 mil empleos formales en la entidad. Sólo entre marzo y abril 149 mil personas perdieron su trabajo.
¿Qué hará Cuitláhuac con la información del Observatorio de Finanzas Públicas de la UV? Sin argumentos con qué rebatirla lo que hará será descalificarla. ¿Qué otra cosa se puede esperar?
Suena a disco rayado pero la 4T, Andrés Manuel y Cuitláhuac quieren tanto a los pobres que los están multiplicando. Aunque no pasará mucho tiempo que en agradecimiento, los pobres se les salgan del huacal.
Si bien es cierto que el desempleo y el hambre aguzan el ingenio, también estimulan la impaciencia, el descontento y la ira; emociones que las mentiras de populacheros populistas que creen tener todos los hilos del poder, nunca han sabido cómo controlar cuando estallan.
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