Igual que en anteriores etapas, sobre todo las más obscuras y recientes; la Magistrada Presidenta del Tribunal Superior de Justicia hoy es una figura gris, en medio de la crítica interior y exterior. Las prácticas que, según ella, se iban a combatir en aras de su sumisión ante la 4T siguen vigentes; las y los trabajadores que tienen años en la institución están viviendo lo mismo de siempre y el coraje y desánimo son el pan diario.

Asignaciones de bases a jovencitos y jovencitas de reciente ingreso, por encima de quienes tiene apoyo sindical y antigüedad de años; además se reparten compensaciones a contentillo, sin que el aumento de percepción económica corresponda forzosamente con carga de trabajo u horario. Isabel Romero parece que se ha servido con la cuchara grande y necesita más billete porque no llegará a fin de año con recursos suficientes, pues debe mantener los privilegios de quienes ha beneficiado con buen sueldo y certeza laboral.

A río revuelto ganancia de pescadores, por ello también se comienzan a percibir abusos en algunas áreas, aprovechando que la atención está puesta en la presidencia; entonces algunas y algunos abusivos, aprovechando la novatez de varios directivos y jefes, controlan cambios de horario y cargas de trabajo de manera injusta, acomodando a su favor el esquema laboral y con la confianza del jefe o jefa.

Por fuera, la marea no se calma; de manera oficial se ha informado que los 500 millones solicitados al Congreso de Veracruz no serán concedidos, alguien le hizo mal la cuenta a Isabel Romero y entonces el Secretario de Finanzas José Luis Lima Franco le compuso los números. Las cifras no engañan:

La solicitud que hizo el PJEV es de un incremento de $519, 991,348 millones de pesos, de los cuales poco mas de 33 millones serían para operación de Tribunales Locales y la implementación de la segunda etapa de la Reforma al Sistema de Justicia Laboral. Según documentos de la Dirección General de Programación y Presupuesto de SEFIPLAN, el presupuesto autorizado al PJEV para el 2021 es de $1,614, 280,299; a diferencia del 2020, su presupuesto actual bajó en poquito más de 281 millones de pesos. Eso lo supo Isabel Romero Cruz desde antes de ejercer los recursos y no acortó los gastos. Cuando vieron el tamaño de bronca fue que se preocupó en que se estableciera un plan de austeridad.

La Secretaría de Finanzas acaba de remitir un documento a la Comisión de Hacienda del Congreso de Veracruz, en el que se detalla puntualmente la situación financiera actual del Poder Judicial estatal y sus antecedentes, apegándose a la Constitución de Veracruz demuestra que el recorte al presupuesto se hizo respetando el porcentaje que de los recursos del estado se toma para el PJEV. Hay que recordar este año, en un Dictamen de Presupuesto General Equilibrado, la Comisión de Hacienda del Congreso mostró una reducción nominal de 0.9% en las finanzas públicas respecto al ejercicio 2020, si a ello se le suma la inflación entonces la reducción fue de 3.74%, lo que afectó la capacidad del Gobierno de Veracruz para hacer frente a situaciones como la que está pasando el Poder Judicial.

Ahora queda en manos de las diputadas y diputados autorizar que se otorgue un apoyo financiero al PJEV de 200 millones de pesos, cifra propuesta por SEFIPLAN luego de revisar leyes, lineamientos y el estado de las finanzas públicas de nuestra entidad, tomando en cuenta que estamos a punto de cerrar el ejercicio fiscal y para no afectar el presupuesto de los entes públicos. La Dirección de Administración del Poder Judicial tendrá que salir al paso, otra vez, para poner orden financiero con lo que les den. Pregunta del millón ¿200 millones de pesos para el último trimestre del año no les alcanzan para salir bien librados?.

El cierre de año pinta de subida para Isabel Inés Romero Cruz, y para la institución que dirige; sus prácticas son las mismas que sus antecesores, no ha correspondido la confianza de quienes la empujaron hasta donde está, su inexperiencia está saliendo muy cara en muchos sentidos. Edel y Sofía deben estar acalambrados, pero de risa.