La cineasta Sherry Hormann decidió darle voz a Natascha Kampusch, una joven que fue secuestrada el 2 de marzo de 1998, cuando sólo tenía 10 años, para estar en cautiverio durante 3096 días. La cifra es la que le da el nombre a su película.
Fue la actriz irlandesa Antonia Campbell-Hughes quien protagonizó esta cinta en la que interpreta a Natascha, mientras que el actor danés Thure Lindhardt tomó el papel del secuestrador, Wolfgang Priklopil.
Campbell-Hughes destacó en su momento cuando había preocupaciones sobre la drástica pérdida de peso que tuvo para la película, sin embargo, la actriz declaró en una entrevista para el Evening Standard que “deseaba padecer tanto como ella (Kampusch) y lo hice”.
Asimismo mencionó que había sufrido un desgarre en el tendón de Aquiles, un dedo roto, una fractura en la costilla y varios cortes y moretones, debido a que el set donde se filmó la película intentó replicar la mazmorra en donde Kampusch estuvo secuestrada.
¿De que trata?
En 1998, Wolfgang Priklopil secuestra a Natascha Kampusch de 10 años de edad y la mantiene cautiva durante ocho años.
El caso y la película
Natascha Kampusch tenía 10 años cuando fue secuestrada. Su madre le había dado permiso para ir sola al colegio cuando fue secuestrada en Viena.
Solo tenía diez años y, aunque se desplegó el mayor operativo policial que nunca antes se había organizado en Austria, no apareció.
Su familia estaba convencida de que nunca más la volverían a ver, pero ocho años después se produjo el milagro: Natascha lograba escapar de su captor, Wolfgang Priklopil, el 23 de agosto de 2006, fecha en la que empezaba de nuevo su vida.
Sin embargo, Kampusch ya no era una niña, sino una joven adulta que había pasado por un cautiverio a manos de su secuestrador.
Había pasado ocho largos años encerrada en un sótano, sufriendo vejaciones inenarrables, pero tampoco le esperaba a partir de entonces un camino precisamente sencillo.
Llevaba algún tiempo ‘con permiso’ para salir al jardín y aquel día aprovechó un descuido de su secuestrador para salir corriendo y llamar a la primera casa con la que se topó. La dueña llamó a la policía y, por fin, se sintió a salvo.
Lo anterior quedó plasmado a fidelidad en la película 3096 días, la cual tuvo la asesoría de la propia Natascha junto con la directora de la cinta, Sherry Hormann.
Sin embargo, la producción no abordó una de las partes polémicas del caso y es que muchos comenzaron a dudar de Kampusch al acusarle de tener el síndrome de Estocolmo.
Aseguró que lamentaba que el secuestrador hubiera muerto (se lanzó a las vías del tren cuando ella huyó, desesperado por saber que le esperaba la cárcel) y dio algunos detalles que hicieron creer a algunos que ella había consentido su aislamiento, olvidando que era tan solo una niña cuando fue secuestrada.
Padecía un severo síndrome de Estocolmo, pero incluso los jueces abrieron su caso en tres ocasiones a lo largo de varios años. Les parecía imposible que Priklopil hubiera actuado solo, pero en las tres reaperturas del caso se llegó a la misma conclusión: efectivamente no había más implicados, él era el único culpable.
Que se investigase una y otra vez, con la Justicia dudando de su palabra, hacía a Kampusch revivir la historia de nuevo y cada vez le resultaba más difícil superar todo aquello.
A eso se sumó que llegó a presentar su propio programa de televisión y que escribió un libro autobiográfico que acabó llevándose en la película de Hormann.
Reporte Indigo